Huachicol
El aseguramiento de combustible robado que se hizo recientemente en Nuevo León ha generado muchas dudas y cuestionamientos

Es obligado preguntarse qué clase de operación se necesita para extraer, movilizar y luego almacenar, o descargar, movilizar y almacenar un millón de litros de combustible como el que fue encontrado en el municipio de Allende, en Nuevo León, hace unos días bajo la coordinación de la Secretaría de Seguridad y protección Ciudadana.
Son algo así como 20 autotanques llenos y de buena capacidad, los que se necesitan para mover un refinado que, es obvio, no llega a los depósitos clandestinos de almacenamiento por ducto sino por pipa después de haber pinchado un ducto e instalado en él una toma clandestina, o después de haber ingresado de contrabando a territorio nacional, sin pagar aranceles, ni tampoco IEPS ni menos IVA.
Las capacidades y lo sofisticado de la operación de los responsables obliga, tanto a comprender que el huachicol nunca se acabó como acostumbraba decir López Obrador, ni tampoco se combatió porque no se supo nunca de un solo operativo con estos resultados, durante todo su sexenio.