Impuestos por la salud
Los impuestos que se buscan para cigarros y bebidas azucaradas tienen razones de salud, aunque algunas medidas en el contexto demuestran errores de aplicación
CIUDAD DE MÉXICO, 03SEPTIEMBRE2020.- Tiendas en los barrios y colonias de la Capital, con sus ventas de productos y bebidas consideradas chatarra. FOTO: VICTORIA VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM
/Victoria Valtierra/Victoria Valtierra
A nadie debería sorprender que, en su proyección de ingresos, el Paquete Económico para 2026 incluya una nueva revisión, al alza, de los gravámenes a cigarros y bebidas azucaradas. Cualquiera que haya estudiado con seriedad la materia de política económica, sabe que funciona más elevar los impuestos a los productos que causan externalidades, en particular los que presionan en el largo plazo los sistemas de salud, que impulsar las prohibiciones.
Hoy los jóvenes de varias universidades se han visto privados de distintos tipos de bebidas y alimentos en sus planteles escolares a pesar de que son mayores de edad. Se trata de un combate malentendido a la comida que engorda, pues en pleno uso de su libertad, esos mismos jóvenes salen a los changarros ubicados fuera de sus planteles escolares, a comprar justo lo que hace seis meses adquirían en las cafeterías ubicadas dentro de sus universidades.