Malos consejos

En más del partido que apostó su transformación y relanzamiento nacionales a un cambio de logotipo, el alcalde en Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, está empeñado en corregir un error de cálculo que quizá ya no tenga solución. Por una recomendación que parece provenir de su peor enemigo. Tabe decidió no acudir a la comparecencia que tenía agendada en el Congreso de la CDMX y, literal, dejó plantados a los legisladores. Nadie en la mayoría morenista le ha reclamado como podrían hacerlo, pero sí le han hecho sentir, y parece que entender, tanto el tamaño de su equivocación como el costo que puede acabar pagando por su desubicada arrogancia. Hoy Mauricio Tabe, uno de los lugartenientes de Jorge Romero, anda mendigando una nueva fecha para comparecer ante los diputados y tratar de borrar su desplante. Si acaso la consigue, no pagará un precio barato por ella.