Musk; el repliegue
La incursión en la política por parte de Elon Musk parece ya le está cobrando factura al magnate, quien, parece, ha empezado a tomar distancia con Donald Trump

Elon Musk listens as US President Donald Trump speaks in the Oval Office of the White House in Washington, DC, on February 11, 2025. Tech billionaire Elon Musk, who has been tapped by President Donald Trump to lead federal cost-cutting efforts, said the United States would go “bankrupt” without budget cuts. Musk leads the efforts under the newly created Department of Government Efficiency (DOGE), and was speaking at the White House with Trump, who has in recent weeks unleashed a flurry of orders aimed at slashing federal spending. (Photo by Jim WATSON / AFP)
/JIM WATSON/AFP
Dicen que no hay borracho que trague lumbre ni crudo que no sea humilde. El magnate tecnológico nacido en Sudáfrica pero naturalizado estadounidense, Elon Musk, parece empezar a sufrir los estragos de la escandalosa borrachera de poder que vivió del pasado 20 de enero a la fecha.
Sus empresas han sufrido mientras él se dedicaba a vender la ilusión de que achicaba al gobierno desde el DOGE, siglas del Departamento dr Eficiencia Gubernamental. Al final, ni pudo despedir, ni tampoco pisotear a tantos burócratas como hubiera querdido, ni logró acercarse a la consilidación de sus compañías y más bien parce que tiró la toalla.
Hoy informes varios señalan que ahora Musk, por la vía de Tesla, su empresa de autos eléctricos, se ha puesto en contra de la política de repatriación de fábricas y sustitución de importaciones que impulsa el presidente. ¿Será cierto que Musk ya tomó distancia, definitiva quizá, de la política arancelaria de Dondald Trump?