El último diferendo diplomático entre México y Bolivia dejó mal parado al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, por la forma como lo manejó. Se vio un contraste mayor cuando, tras expulsar los bolivianos a diplomáticos de México y España, la cancillería española expulsó a tres sudamericanos, mientras la mexicana se volcó en Twitter a hablar muy bien de su embajadora declarada persona non grata, en lugar de actuar como lo hicieron en Madrid. Peeero, no podían. Dicen los que saben que lo tuvieron en mente, pero que en la Embajada en México hay todavía diplomáticos leales a Evo Morales, por lo que no quisieron que sus dedos fueran apretados más fuerte por la puerta.