El ciberataque del que fue víctima la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), permitió al grupo de hackers denominado como los “Guacamaya” obtener información confidencial referente a los últimos seis años.
El hackeo, considerado el más grave que haya sufrido México, reveló información inédita del llamado “culiacanazo”, donde el narcotraficante Ovidio Guzmán fue capturado y después liberado por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fue el periodista Carlos Loret de Mola, en su programa Latinus, quien dio a conocer que decenas de miles de correos electrónicos fueron vulnerados por un grupo de “hackers activistas” internacionales.
El 17 de octubre de 2019, a las 15:15 horas se desarrolló la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, y de inmediato se le solicita que pida a sus hermanos cesar su “actitud hostil”, pues habían lanzado amenazas contra los militares que participaron en el operativo y sus familias.
Aunque esta información ya se sabía, lo que reveló la información difundida por Latinus, es que Ovidio llamó a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, quien se negó a frenar la violencia que se desató en torno a la detención de su hermano.
“A las 19:30 horas, se recibe la orden por parte del C. Presidente de la República del cese del operativo para detener a Ovidio Guzmán López, al tomar la decisión con personal del Gabinete de Seguridad, con el fin de que se cesen los desmanes, y las Fuerzas Operativas se replieguen”, se lee en el presunto reporte de la Sedena.
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Otro de los temas revelados fue una carta del secretario de Marina, Rafael Ojeda, al titular de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval, en la cual queda de manifiesta sus diferencias en torno a la seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“Esto no es cuestión de números, sino de coordinación entre instituciones, siempre respetando nuestras áreas de competencia (...) nunca con la intención de buscar protagonismos”, se lee en el documento.
El verdadero estado de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, informes de inteligencia sobre líderes criminales y personajes de la política, transcripciones de intervenciones telefónicas, directorios de contacto y seguimientos a personajes de alto nivel como el embajador de Estados Unidos en México, son parte de la información que fue dada a conocer en los más de seis terabytes robados de ordenadores de la Sedena.
Desde contratos para la construcción del Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum, hasta discrepancia de informes oficiales sobre el número de muertos en operativos de las Fuerzas Armadas y bases de datos sobre los militares desplegados en todo el país, Loret de Mola destaca la presencia del Ejército en todas las actividades del país.
“Es una radiografía del enorme poderío y mando que tiene el Ejército en esta administración. Está en todo”, destacó el periodista.
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