Murió jefe de inteligencia militar en el 68
El general de División Carlos Humberto Bermúdez Dávila tenía 83 años
MARÍA IDALIA GÓMEZ | @gosimai
El lunes 10 de agosto murió a los 83 años el general de División Carlos Humberto Bermúdez Dávila, quien fuera jefe del Estado Mayor Presidencial y antes el jefe de inteligencia militar durante las movilizaciones estudiantiles de 1968, que culminaron con la matanza de la Plaza de las Tres Culturas.
En las pocas investigaciones que más de 10 años llevó a cabo la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la matanza de Tlatelolco y del Jueves de Corpus, el nombre del Bermúdez Dávila surgió junto con el de Alfonso Martínez Domínguez, entonces presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (luego como regente del Distrito Federal en 1971), y el de Alfonso Corona del Rosal, regente de la ciudad de México en 1968.
Esos tres personajes fueron identificados como los que tenían conocimiento e impulsaron dos grupos: el primero que operó con francotiradores el día de la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, y tres años después, el 10 de junio de 1971, durante las manifestaciones estudiantiles que partieron del Casco de Santo Tomás, el grupo de paramilitares identificado como Los Halcones, que golpearía y asesinaría a jóvenes ese día.
Sin embargo, a pesar de los documentos y testimonios que se acumularon en los expediente, y que después serían profundizados y exhibidos por la historiadora María de los Ángeles Magdaleno, el general Bermúdez Dávila nunca fue encarcelado o sometido a juicio.
UNIFORME VERDE OLIVO
El general Bermúdez Dávila se incorporó desde muy joven al Ejército y escaló todas las posiciones. Se graduó a los 18 años del Heroico Colegio Militar y en 1984 de la Universidad del Ejército como licenciado en Administración Militar.
Sus aptitudes y trabajo sobresaliente lo llevó a ser asignado al Estado Mayor Presidencial (EMP), en donde desarrolló gran parte de su carrera. En 1968 era el encargado de la Sección Segunda del Estado Mayor Presidencial, área encargada de la inteligencia que se generan en las filas castrenses y desde donde surgió la hipótesis de que los estudiantes estaban siendo usados por fuerzas extranjeras contra el Estado mexicano, versión que esgrimiría como justificación el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz para usar la fuerza contra los jóvenes en Tlatelolco.
Para entonces el general Bermúdez ya había sido entrenado en contrainsurgencia y administración militar en el Colegio Superior de Guerra y en la Escuela de las Américas, ambos dependientes del ejército de Estados Unidos, quienes en esa época habían destinado recursos para entrenar a los militares latinoamericanos en técnicas de investigación y sometimiento, incluyendo tortura, contra grupos considerados subversivos.
En el Ejército al general Bermúdez Dávila siempre se le reconoció su trayectoria, como mando y administrador, también como estratega en materia de seguridad y contrainsurgencia. Era, sostienen quienes lo conocieron, un hombre de su tiempo, un hombre de Estado.
Fue subjefe del Estado Mayor Presidencial de 1976 a 1982, cuando era presidente José López Portillo, y en el sexenio siguiente, con Miguel de la Madrid, se le designó jefe del EMP hasta 1988.
Pos su destreza en materia de seguridad, se le asignó el cuidado de distintos mandatarios extranjeros, incluso de Juan Pablo II, cuando visitaron México, y recibió distintos reconocimientos de gobiernos extranjeros y del Ejército mexicano.
El general Humberto Bermúdez Dávila se jubiló en 1988 y desde entonces, como hombre de Estado, guardó silencio, vivió con su familia y desarrolló tareas privadas. Este viernes fue su funeral.
