El desastre pandémico pudo evitarse. La cadena de errores cometidos a todos los niveles desde el inicio de la pandemia en Wuhan tiene a la humanidad entera de rodillas frente a un virus inmundo y letal que ha devastado al planeta. Con más de tres millones de muertes, ¿aprendimos la lección?
El informe del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia (IPPP, por sus siglas en inglés) encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la gestión del Covid-19 es categórico en sus observaciones y lanza los dardos a diestra y siniestra, de manera diplomática, pero sin ninguna piedad.
Desde un inicio el IPPP documenta los errores en Wuhan, los intentos de tapar el brote y gravedad del nuevo virus, la forma en que China trató de minimizar lo que estaba ocurriendo, después observa cómo la OMS tardó en declarar la emergencia y no fue clara sobre el contagio sostenido entre humanos.
No se recomendó a tiempo la restricción de viajes desde la zona cero, el virus aprovechó las fracturas de los sistemas de salud en todo el mundo, los gobiernos desestimaron la gravedad de la epidemia, se politizó el virus, se desató una guerra por las vacunas y aquí estamos.
Fue “demasiado largo” el tiempo transcurrido desde el brote en Wuhan en diciembre 2019 y la declaración de la emergencia de salud internacional de la OMS. En lugar de hacerlo el 30 de enero 2020, la OMS debió sonar las alarmas al menos el 22 de enero de ese año, afirmó Ellen Johnson Sirleaf, expresidenta de Liberia.
¿Qué pasó? ¿Qué podría cambiar en una semana? Muchas cosas, pero básicamente la celebración del Año Nuevo Lunar y miles de chinos que salieron de Wuhan y dispersaron el virus por su país y por el mundo.
“Investigadores estiman que 86% de todas las infecciones no fueron detectadas antes del confinamiento anunciado por Wuhan el 23 de enero, lo que desembocó en una rápida propagación del virus”, observa el IPPP en una descarnada tabla de tiempos.
Por tal motivo insta a establecer un nuevo sistema mundial de vigilancia basado en “total transparencia”. “Este sistema proporcionaría a la OMS la autoridad para publicar información sobre brotes potencialmente pandémicos de forma inmediata sin necesidad de aprobación y para enviar expertos a investigar a la mayor brevedad posible cuando sea necesario”.
Además, remarca que “febrero de 2020 fue un mes perdido en el que muchos países podrían haber tomado medidas para contener la propagación del SARS-CoV-2 y prevenir la catástrofe sanitaria, social y económica mundial que todavía persiste”.
México no solamente perdió el mes de febrero, también marzo y durante 2020 quedó claro que la respuesta y gestión de las autoridades fue desastrosa.
Así lo indica un case study sobre México encargado por el mismo IPPP establecido por la OMS en el que sostiene que pudieron evitarse unas 190 mil muertes y observa un exceso de mortalidad 43% mayor a lo registrado en 2018 y 2019.
Acusa fallas para evaluar evidencia científica, incapacidad para reconocer errores y corregirlos, falta de comunicación clara sobre nivel de riesgo “lo que ha contribuido al impacto devastador de la pandemia en México. Los líderes no enviaron un mensaje correcto y coherente ni reforzaron las pautas de salud pública a través de su propio comportamiento”.
Por otra parte, el Panel considera que el sistema mundial actual “es inadecuado para evitar que otro patógeno nuevo y altamente infeccioso, que podría surgir en cualquier momento, provoque una pandemia”.
En este contexto el panel presidido por la expresidenta de Liberia y Helen Clark, exprimera ministra de Nueva Zelanda, extiende sendas recomendaciones para terminar con la pandemia y evitar otra similar con consecuencias devastadoras.
La tragedia en la que está inmerso todo el planeta pudo tener otro rumbo. Mientras la humanidad se ahoga en el dolor y la enfermedad los responsables deberían asumir sus faltas y rendir cuentas. Desde China, pasando por la OMS, y los que en su momento fracasaron en mantener el barco a flote en plena tempestad como México, Brasil, Estados Unidos o la India. Los errores matan.