Neonazis marchan en DC a un año de Charlottesville

28 de Abril de 2024

Neonazis marchan en DC a un año de Charlottesville

EI Virginia

Police escort far-right demonstrators during a rally at Lafayette Park opposite the White House August 12, 2018 in Washington, DC, one year after the deadly violence at a similar protest in Charlottesville, Virginia. Last year’s protests in Charlottesville, Virginia, that left one person dead and dozens injured, saw hundreds of neo-Nazi sympathizers, accompanied by rifle-carrying men, yelling white nationalist slogans and wielding flaming torches in scenes eerily reminiscent of racist rallies held in America’s South before the Civil Rights movement. / AFP PHOTO / Nicholas Kamm

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NICHOLAS KAMM/AFP

Police escort far-right demonstrators during a rally at Lafayette Park opposite the White House August 12, 2018 in Washington, DC, one year after the deadly violence at a similar protest in Charlottesville, Virginia. Last year's protests in Charlottesville, Virginia, that left one person dead and dozens injured, saw hundreds of neo-Nazi sympathizers, accompanied by rifle-carrying men, yelling white nationalist slogans and wielding flaming torches in scenes eerily reminiscent of racist rallies held in America's South before the Civil Rights movement. / AFP PHOTO / Nicholas Kamm
Policía escolta a manifestantes de la extrema derecha en su marcha en Washington. Foto: AFP / Nicholas Kamm

También se registra una marcha en contra de los supremacistas blancos, por lo que la policía preparó un operativo especial

WASHINGTON, EU. La policía de Washington estableció este domingo un perímetro de seguridad alrededor de la Casa Blanca, ante la marcha de centenares de neonazis y supremacistas blancos un año después de los disturbios en Charlottesville, Virginia, que dejaron una mujer muerta y 19 heridos. Al cumplirse el primer aniversario de aquellos incidentes, la red de extrema derecha Unite the Right protagoniza la nueva concentración en la capital estadounidense. Esta organización, que estuvo detrás de la manifestación de Charlottesville (Virginia), obtuvo permiso para reunir a 400 personas en la plaza Lafayette, ubicada frente a la residencia presidencial, a partir de las 17:30 horas locales, pero sólo durante dos horas. Un dispositivo policíaco se desplegó en el lugar, con varias calles cerradas a la circulación vehicular, especialmente para impedir todo contacto entre manifestantes y contrarios, que también se espera que acudan a la plaza Lafayette. Grupos antiracistas se reunieron de manera pacífica a partir del medio día frente de la Casa Blanca, blandiendo pancartas que decían “No a los nazis, no al KuKlux Klan, y no a un Estados Unidos fascista”. Algunos “dicen que la mejor estrategia es ignorar a los supremacistas blancos, que no les damos demasiada atención, pero nosotros realmente creemos que sería un enorme error dejar que los fascistas pisen fuerte el suelo de la capital del país, sin oposición”, declaró a la AFP Kei Pritsker, de 22 años, integrante de Answer Coalition, un grupo antiracista. En un mensaje en su sitio, Unite the Right dijo a sus partidarios que “ciertamente habrá provocadores que intenten conseguir una reacción de su parte”. “No respondan con ira”, aconsejaron los organizadores. Jason Kessler, promotor de la manifestación del año pasado, había pedido permiso para marchar de nuevo en Charlottesville, pero las autoridades de la ciudad se lo negaron. La pequeña ciudad de Virginia, situada a menos de 200 kilómetros al sur de Washington, no quería revivir los eventos del 12 de agosto de 2017. La red ultraconservadora había obtenido en aquel momento autorización para una concentración en Charlottesville, en protesta contra un proyecto de la alcaldía de retirar una estatua del general confederado Robert E. Lee. Al culminar la marcha se desencadenaron choques entre los supremacistas blancos y los contramanifestantes, que fueron embestidos por un simpatizante neonazi causando la muerte de la asistente legal Heather Heyer y dejando 19 heridos. En una entrevista con la radio pública NPR difundida el viernes, Jason Kessler expresó su deseo de que el evento del domingo sea “apartado” y se distancie públicamente del movimiento neonazi. “No quiero a ningún neonazi en el mitin (...) No son bienvenidos”, indicó. Las autoridades buscarán impedir, con un dispositivo policial, que los dos grupos entren en contacto.

Trump condena todo tipo de racismo

El presidente Donald Trump expresó el sábado su condena a todo tipo de racismo. “Los disturbios en Charlottesville de hace un año causaron muertes insensatas y división”, escribió en su cuenta de Twitter. “Debemos estar unidos como nación. Condeno todo tipo de racismo y acto de violencia. Paz para TODOS los estadounidenses”, añadió en su mensaje previo a la manifestación de este domingo. https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1028271447632957441

No hay lugar para el supremacismo blanco, se suma Ivanka

Al respecto también se pronunció Ivanka Trump, hija del presidente, quien utilizó su cuenta en la red social para subrayar que si bien Estados Unidos es un país donde se respetan las libertades, “no hay lugar para el supremacismo blanco, racismo ni neonazismo en nuestra gran nación”. https://twitter.com/IvankaTrump/status/1028440077658021888 El presidente Trump había sido criticado el año pasado por no haber condenado a los manifestantes neonazis, tras los incidentes que dejaron en evidencia el avance de la extrema derecha blanca en Estados Unidos. Jim, un hombre negro que estaba contra la protesta y que no quiso dar su nombre completo, dijo que siente que Estados Unidos es más racista bajo el gobierno de Trump. Antes “era sutil, ahora no es sutil, es en tu cara, es como la Alemania Nazi”, añadió. Los organizadores pidieron llevar solo banderas de Estados Unidos y de los Estados Confederados, pero evitar emblemas neonazis. Todas las armas de fuego fueron prohibidas en el sitio de la protesta en Washington, incluso para los que tienen licencia para portarlas. [gallery size="medium” ids="894750,894751,894752,894753"] DC/EC