No aplican pruebas a nuevo etiquetado

GABRIELA RIVERA | @gAbS_07

La Cofepris no realizó ningún estudio o pruebas para saber si los consumidores entienden las nuevas etiquetas de contenido nutrimental en los alimentos envasados.

Mikel Arriola, titular de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, explicó que las reformas a la Ley General de Salud para establecer el nuevo etiquetado se hicieron con base en literatura internacional y pláticas con la Organización Mundial.

“Este tipo de medidas son bastante jóvenes en el mundo. Apenas en el 2007 Europa empezó y se tiene ya evidencia joven de la OMS en el sentido de que a menor exposición publicidad genera menor masa corporal y tener mejor información por revisar etiquetas genera menor masa corporal. Hemos platicado con la OMS y lo que nos expreso es que independiente de la modalidad la implementación es importante y a partir de esto hay que generar evidencia”, dijo el funcionario en conferencia de prensa.

Sin embargo, omitió responder el cuestionamiento sobre si se hicieron grupos de enfoque o análisis con ciudadanos mexicanos para saber si comprendían información en los envases de alimentos o existía la misma confusión que con la versión anterior.

Este 1º de julio entró en vigor el nuevo etiquetado frontal que deben tener todos los alimentos envasados. Allí el consumidor podrá ver cuántas calorías tiene el empaque y que cantidad de azucares, grasas y sodio tiene el producto.

La diferencia entre éste y la versión anterior es que los envases deberán dar la cantidad total de calorías del contenido total del envase y no solamente por porciones, como se hacía antes.

Organizaciones de la sociedad civil cuestionaron las modificaciones y aseguraron que sigue sin ser comprensible para los ciudadanos.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, aseguró que la Cofepris no hizo grupos de enfoque con consumidores mexicanos para saber si entendían las nuevas etiquetas.

En entrevista con EJE CENTRAL, recordó que la dependencia gubernamental respondió a una solicitud de información en la que reconoció no haber realizado ningún estudio para evaluar la facilidad de comprensión de la información nutrimental.

De igual manera, en esa respuesta también informó que el grupo de especialistas que elaboraron la propuesta de etiquetado fueron dos abogados y una epidemióloga especializada en ciencias ambientales.

Sin embargo, en la conferencia de prensa, Arriola afirmó que se realizó un proceso científico para integrar la reforma, en el que participaron el Instituto Nacional de Salud Pública y el Instituto Nacional de Nutrición.

Fue también por este análisis que la Cofepris descartó el uso de las etiquetas de semáforo, en las que se establece un color –verde, amarillo o rojo–, de acuerdo a la cantidad de grasas, azúcar y sodio que tiene un producto.

Mikel Arriola explicó que el consumidor no puede basarse únicamente en el uso de colores, ya que la información no es completa y los colores pueden confundirlo.

Por ejemplo, la persona puede elegir un refresco de cola en lugar de un vaso de leche entera por los colores que tienen cada uno.

Al respecto, Calvillo dijo que el semáforo se aplica únicamente a alimentos con una gran cantidad de ingredientes añadidos. Sin embargo, señaló, existen ejemplos de otros países donde se modificó para hacerlo más claro y señalar qué alimentos tienen altos contenidos calóricos.

En el caso de Ecuador, si el alimento no contiene alguno de los tres grupos nutrimentales –como las grasas en el caso del refresco de cola–, éste se elimina para no tener que poner el color verde y confundir al comprador.

Esto es puras falsedades porque no se aplica de esta manera el semáforo, el semáforo se aplica a alimentos ultraprocesados que tienen muchos ingredientes acompañados. En el caso del semáforo, hay estudios en Australia, en Reino Unido, los grupos focales que se hicieron en Ecuador y los del etiquetado de Chile, que ponen un sello, afirmó Calvillo.

El director de El poder al Consumidor señaló que esta medida es más efectiva, sobre todo para los niños, a quienes está dirigido el nuevo etiquetado, aprobado por Cofepris.

Mikel Arriola señaló que el objetivo es formar una cultura entre los mexicanos, especialmente los niños, para que ellos les digan a sus papás qué alimentos son los mejores, basándose en la cantidad de calorías que tiene un alimento y las que se deben consumir todos los días.

Ante los cuestionamientos por parte de los medios de comunicación, tanto Arriola como Pablo Kuri, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, insistieron en la necesidad de educar a los consumidores y que al final puedan comparar los productos para elegir el más saludable.

No obstante, Calvillo insistió en la necesidad de que la información sea clara. “Hay varios etiquetados, no decimos que tiene que ser el etiquetado de semáforo, lo que proponemos es que se hagan etiquetados que se aprueben con el consumidor y que fue lo que no hicieron con este etiquetado”, puntualizó.