No me comparen con Peña, soy ‘Peje’ no lagarto: AMLO

El candidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, pidió que se le respete y no se le compare con Enrique Peña Nieto, esto luego de que se le señalara que tiene posicionamientos similares a las que hizo el presidente durante su sexenio.

No somos iguales, no nos pueden meter a todos en el mismo costal. A mí me puedes llamar Peje, pero no soy lagarto. Podemos estar de acuerdo en que se requiere garantizar la paz y la tranquilidad. Sobre esos temas coincidimos”, aclaró.

Asimismo, el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) reiteró que, de llegar a la presidencia, busca ser como Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, expresidentes de México.

Soy republicano, soy demócrata, soy legítimamente ambicioso, soy honesto, soy pacífico, soy consecuente, soy libre, soy congruente, soy respetuoso, soy amplio, plural e incluyente; hombre de nación”, definió.

Por otro lado, López Obrador, aseguró el miércoles en un debate transmitido por Milenio Televisión, que de ganar las elecciones del 1 de julio dará marcha atrás en las reformas de los sectores energético y educativo del actual mandatario, Enrique Peña Nieto.

Sentimos que se engañó al pueblo de México con la reforma energética (...) Vamos a revisar los contratos y toda la reforma”, dijo López Obrador, favorito en la mayoría de las encuestas de cara a las elecciones.

Peña Nieto promovió una reforma constitucional del sector energético, que en 2014 abrió el rubro a la inversión privada y puso fin a 74 años de monopolio de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), institución que actualmente atraviesa una profunda crisis de producción.

Se habló de que iba a llegar mucha inversión extranjera y de que íbamos a producir más petróleo, con el añadido de que iban a bajar los precios” de los combustibles, pero “la reforma no solo no mejoró la situación en el sector energético, precipitó la crisis en Pemex”, aseguró López Obrador.

El veterano izquierdista, que busca por tercera vez la presidencia con la coalición Juntos Haremos Historia, propuso “un proceso de modificación a las leyes” a través de debates, consultas ciudadanas e iniciativas en el Congreso. Estas mismas herramientas las usaría para “cancelar la mal llamada reforma educativa”, y así poder “elaborar, conjuntamente con maestros y padres de familia, un plan educativo para mejorar la calidad de la enseñanza sin afectar los derechos laborales de los maestros”, señaló. En 2013 entró en vigor una reforma educativa promovida por Peña Nieto, que devolvió el control de las plazas magisteriales al gobierno luego de estar en manos del sindicato. Esto generó largos paros laborales y violentas protestas por parte de los maestros, que no están de acuerdo con las evaluaciones previstas para que puedan conservar su empleo. López Obrador dijo que también cambiaría la estrategia de seguridad, vigente desde 2006 y que consiste en un controvertido despliegue militar en las calles para combatir al crimen organizado.

No se puede atacar la violencia con violencia”, dijo, sin detallar cuál sería su estrategia.

Peña Nieto arrancó su mandato con un paquete de reformas estructurales que le valieron reconocimiento en la esfera internacional. Sin embargo, muchos de los problemas que dijo que resolvería con estas reformas persisten: pobreza, desigualdad, violencia del narcotráfico, y grandes pérdidas en Pemex, cuyos ingresos representan alrededor de 16% del presupuesto público. En las elecciones generales del 1 de julio México elegirá presidente y renovará las dos cámaras del Congreso. AT/ Con información de AFP