Alemania ante la encrucijada radical
El ascenso de la ultraderecha en el país teutón y Europa, liderado por la AfD, plantea preguntas sobre la viabilidad democrática en un escenario polarizado, donde partidos extremistas emergen como actores claves en el juego político continental

La expansión de fuerzas políticas radicales en Europa pone en riesgo la cohesión del continente en un momento de incertidumbre global. Con la guerra en Ucrania y la creciente influencia de China, Alemania, como líder económico, debe equilibrar sus conflictos internos con su papel en la estabilidad europea.
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El dilema para Europa reside en integrar a estas fuerzas en el gobierno o mantenerlas fuera. Pero excluirlas podría consolidarlas como “voto de protesta”, pero darles poder podría desgastarlas, obligándolas a moderar sus posturas o asumir las consecuencias de sus decisiones. A nivel continental, la expansión de corrientes radicales amenaza la unidad europea en medio de desafíos geopolíticos como la guerra en Ucrania y la competencia con China.
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Alemania, potencia económica clave, debe equilibrar sus tensiones internas y colaborar con Europa para enfrentar los retos comunes.