La salud global ha estado en aprietos desde fines del 2019, cuando en China se reportaron los primeros casos de Covid-19; cuando esta pandemia estuvo parcialmente controlada surgió una nueva enfermedad que, aunque con un impacto menor, también encendió las alarmas: la viruela del mono. Ambos padecimientos podrían dejar de representar un riesgo el próximo año.
Así lo estimó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien señaló que las emergencias de salud pública provocadas por estas dos enfermedades están cerca de llegar a su fin.
En lo que respecta a la Covid-19, el mandamás de la OMS aseveró que si bien aún no se determina con exactitud el origen del virus SARS-CoV-2, los avances mostrados permiten ya estimar que es cuestión de meses para dejarla atrás.
En este sentido, Tedros Adhanom Ghebreyesus hizo un recuento del panorama global reciente y acotó que la semana pasada se reportaron menos de 10 mil muertes, lo cual deja de manifiesto el avance en el combate a la Covid-19. Sin embargo, advirtió que los países aún están para reducir este registro y “salvar vidas”.
“Hemos recorrido un largo camino. Tenemos la esperanza de que en algún momento del año que viene seamos capaces de decir que el covid-19 ya no es una emergencia de salud global”, sostuvo el representante de la OMS.
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En lo que respecta a la viruela del mono, Tedros Adhanom Ghebreyesus también se mostró optimista y aseveró que en las últimas semanas los contagios se han reducido más del 90%.
“Si continúa esta tendencia, tenemos la esperanza de que el próximo año también podamos declarar el fin de esta emergencia”, apuntó para señalar que se espera que, al igual que la emergencia de salud causada por la Covid-19, ésta también podría concluir en 2023.
Tedros detalló que hasta el momento a viruela símica se ha hecho presente en 110 países, con un total de alrededor de 82 mil casos confirmados, de los cuales solo 65 significaron una pérdida humana.
Por último, subrayó que tanto la Covid-19 como la viruela del mono son enfermedades con las cuales se tendrá que lidiar, aunque sus efectos serán menores. En el caso de la primera, cerca del 70 por ciento de la población mundial está vacunado, mientras que en lo que respecta a la segunda, aún no se desarrollan biológicos para combatirla, aunque su impacto ha sido menor.
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