Para Andrés Manuel López Obrador siempre fue Claudia Sheinbaum Pardo, la persona indicada que podría darle continuidad a su proyecto de nación y cuerpo al llamado humanismo mexicano, que impulsó desde que ganó la elección de 2018.
Como lo dijo En Corto, aquel julio de 2021 cuando López Obrador abrió el juego de la sucesión: el corazón de AMLO siempre estuvo con la entonces Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
López Obrador tenía claro que su movimiento, que nació en octubre de 2011 con el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), iba a tomar el control político, económico y social de nuestro país, y por lo tanto, necesitaba a alguien que le permitiera seguir haciendo historia, le diera continuidad a su proyecto y le diera la tranquilidad emocional que él no dio a sus antecesores. Así lo dijo entonces En Corto.
De los aspirantes reales (Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Claudia Sheinbaum) solo un personaje reunía esas características, y era mujer, ella era su ex secretaria del Medio Ambiente, mujer forjada en la auténtica izquierda de México.
Entonces vio en Claudia Sheinbaum Pardo a la mujer con el carácter, tamaño y figura política para ser la primera Presidenta de México.
El ya expresidente de México, vio varias cualidades en Claudia Sheinbaum, en especial, que es fiel a sus ideales de ver primero por los pobres, sin discriminación y leal a los principios de honestidad y austeridad republicana.
El político tabasqueño sabía que Morena tomaría el control político de México y optó por el cambio generacional en la doctora Sheinbaum Pardo.
Como visionario que es, no se equivocó, ya que a 13 años de distancia, el partido guinda tiene a su primera mujer Presidenta, así como el control político de la Cámara Alta y Baja, como de los congresos locales y 24 gubernaturas. En todos éstos destaca la paridad.
Tan no se equivocó López Obrador en sus proyecciones y decisiones, que la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para sorpresa de todas y todos, incluso para él mismo, pronunció un discurso de agradecimiento al oriundo de Tepetitán, sellando con ello, el reconocimiento, el respeto y cariño que le profesa.
En su mensaje de toma de protesta, la Presidenta de México evocó aquel traumático acontecimiento del cinco de abril de 2005, cuando la Cámara de Diputados, a instancias del Presidente Vicente Fox y de la Suprema Corte, decidió desaforar a López Obrador de la jefatura de Gobierno de la Ciudad.
Con una lectura clara y precisa, Sheinbaum Pardo, hizo memoria de aquellas palabras que pronunció el tabasqueño a los legisladores de ese momento, a quienes les dijo: “ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí, nos juzgue la historia”.
Entonces vino la fuerza del discurso de la Presidenta de México, al señalar que la historia ya juzgó a Andrés Manuel López Obrador (ubicándolo) como uno de los grandes dirigentes y presidentes más queridos en el México moderno, comparable con Lázaro Cárdenas Del Río. Y, sin decirlo, dejó la lectura abierta: a ustedes (los diputados del PRIAN) también los juzgó la historia: El pueblo los borró en las pasadas elecciones de junio.
Ese discurso selló la relación entre ambos líderes y dio paso al cambio generacional, con Claudia Sheinbaum Pardo a la cabeza, para continuar con el proceso de transformación en nuestro país.
En los hechos, significa que el ahora ex presidente ya podrá dedicar su vida a escribir libros, puesto que el control y operación del humanismo mexicano está depositado en la presidenta de México que consiguió el voto de más de 35 millones de mexicanos que le dieron su confianza y respaldo.
Ahora, lo que veremos en corto tiempo, será la identidad y sello propio que impondrá Claudia Sheinbaum Pardo, en la administración pública para atender los problemas más urgentes de la nación.
Hoy la veremos en Acapulco, Guerrero, que será su primera prueba de fuego en la implementación de acciones inmediatas para atender la emergencia y a los damnificados que dejó el huracán “John” en este estado.
En suma, Andrés Manuel López Obrador se puede ir tranquilo a su finca de Palenque, Chiapas, sabiendo que Claudia Sheinbaum Pardo cumplirá a cabalidad, los principios básicos de Morena: no robar, no mentir, no traicionar al pueblo.
En Cortito: Nos cuentan que el nuevo secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch y su equipo hicieron un diagnóstico y mapeo de los puntos rojos en materia de inseguridad que existen en el país.
Lo que hará García Harfuch es emprender acciones de inteligencia para desarticular a grupos de críminales, así como lo anunció la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Este plan de seguridad, ya fue puesto en marcha en la Ciudad de México, en donde se logró desmantelar a importantes células de delincuentes, que le trajeron importantes golpes al crimen organizado.
Además de atender las causas que original la violencia, los trabajos de inteligencia serán sumamente importantes en este gobierno que comienza, encabezado por primera vez por una mujer.