En México, la edad promedio de la flota de carga y pasajeros ronda los 19 años, y digo ronda ya que en su mayoría, las unidades llegan a sumar más de 40 años en circulación; todos hemos utilizado las famosas ‘micros’ en pésimo estado, o hemos padecido los escapes que escupen nocivos gases a diestra y siniestra. Así, el llamado de urgencia surgido desde la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) es más que pertinente. Resulta que la organización liderada por Rogelio Arzate no ha quitado el dedo del renglón para generar caminos que permitan aminorar las emisiones, mejorar el servicio para transportistas y usuarios, además de acceder a mecanismos de financiamiento, acompañados de programas de chatarrización.
Como notará la estrategia no solo es vital para el medio ambiente, también lo es para eficientar los servicios con los que se abastecen productos e insumos de primera necesidad para hogares e industrias; para mejorar la calidad de la movilidad de personas y trabajadores; para proteger la salud pública; para contar con tecnología de última generación que eleve los índices de seguridad; además de fortalecer al mercado interno frente al complicado panorama internacional. Así, se espera que en próximas fechas desde el federal se ponga freno de mano a las importaciones de vehículos pesados usados desde Estados Unidos, pues a las añosas unidades que ya recorren el país se añaden miles cada mes por esta vía, por ejemplo, solo de enero a abril las alzas fueron de 102.6%, si se comparan los registros actuales contra los de 2023.
El diálogo con Economía de Marcelo Ebrard y Semarnat de Alicia Bárcena para actualizar el acuerdo que permite el ingreso de dichas unidades habrá de incluir a académicos, sociedad civil, transportistas y a las propias armadoras, pues además de considerarse las múltiples visiones, existe más de una ruta para conseguir los recursos necesarios, a fin de impulsar a la par la tan necesaria modernización de las flotas. No se olvide que la industria de vehículos pesados instalada en México es uno de los principales motores de bienestar para el país al generar miles de empleos de calidad, derrama, atracción de inversiones, y por tanto, dinamismo económico.
Combustible con Propósito
En un país donde las organizaciones civiles suelen operar al límite, iniciativas como “Litros con Causa” de OXXO GAS marcan una diferencia tangible. Bajo la dirección de David González, la empresa ha logrado canalizar más de 185 mil litros de combustible en cuatro años hacia causas sociales, lo que permite que decenas de colectivos mantengan su movilidad y extiendan su alcance hacia comunidades desatendidas. Este año, la convocatoria vuelve a abrirse, ahora en cuatro estados clave —Nuevo León, Jalisco, Chihuahua y Guanajuato—, en un gesto que apunta a la filantropía y a una redefinición del rol empresarial. Al respaldar con recursos concretos a las OSC, OXXO GAS hace más que despachar gasolina: crea alianzas operativas con impacto directo. No es casual que este tipo de acciones encuentren eco en la estrategia de sostenibilidad de FEMSA, presidida por José Antonio Fernández Carbajal, cuyo enfoque de valor compartido parece ganar tracción no solo en los informes corporativos, sino en las rutas cotidianas donde se despliega el trabajo comunitario.
Voz en Off
Ferromex, J.B. Hunt y el ferrocarril estadounidense BNSF activaron un nuevo corredor logístico bajo el nombre Quantum de México, un servicio intermodal de alta velocidad que busca optimizar el transporte de carga entre rutas clave de México y Estados Unidos. El servicio ofrece tiempos de tránsito reducidos y niveles de puntualidad superiores al 95%. Su objetivo es atraer carga sensible al servicio, promover el cambio del transporte carretero al ferroviario y mejorar la eficiencia logística en sectores como el automotriz, manufacturero y electrónico, en el marco del comercio regional de América del Norte…
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