Lo bueno, lo malo y lo feo para México, gane Harris o Trump

2 de Diciembre de 2024

Pablo Reinah
Pablo Reinah
Periodista con 28 años de experiencia en televisión, radio y medios impresos. Ganador del Premio Nacional de Periodismo 2001, ha trabajado en Televisa, Grupo Imagen y actualmente conduce el noticiero meridiano en UNOTV. Ha colaborado en medios como Más por Más, Excélsior y Newsweek. Es autor del libro El Caso Florence Cassez, mi testimonio y asesor en medios de comunicación.

Lo bueno, lo malo y lo feo para México, gane Harris o Trump

Pablo Reinah columnista

Aunque no votemos en la unión americana, la elección en Estados Unidos impactará significativamente a México. Tanto una victoria de Kamala Harris como de Donald Trump presentan beneficios, desafíos y riesgos en la relación bilateral. Ambos candidatos abordan temas críticos para nuestro país como la migración, comercio y seguridad, aunque con enfoques marcadamente distintos.

Lo bueno

Trump: Su enfoque en el combate al narcotráfico es uno de sus aspectos positivos, ya que busca frenar la expansión de los cárteles mexicanos y la introducción de drogas en Estados Unidos. Esta presión en materia de seguridad podría derivar en operaciones conjuntas y una colaboración más estructurada, lo que contribuiría a reducir la violencia y el tráfico de sustancias que también afectan a México, obligando a nuestras autoridades de seguridad a hacer su trabajo.

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Harris: En contraste, Kamala Harris promueve una estrategia más centrada en los derechos humanos y en la migración como fenómeno social, no solo como un problema de seguridad. Esta postura podría traducirse en un enfoque que aborde las causas estructurales de la migración y en fortalecer una relación bilateral más enfocada en la colaboración a largo plazo en áreas como el desarrollo económico y la inversión. En este caso serían dos mujeres presidentas que, por primera vez, buscarían resolver lo que sus antecesores masculinos no han logrado en temas como armas, drogas y tráfico de personas.

Lo malo

Trump: Sus políticas presentan claras desventajas. Trump se ha mostrado permisivo con la venta de armas, lo que ha facilitado que una gran cantidad de éstas lleguen a México, contribuyendo a la violencia. Además, su negación del cambio climático limita cualquier colaboración ambiental efectiva, un tema crucial para ambos países. También ha implementado aranceles punitivos en el pasado y tiende a buscar renegociaciones comerciales que podrían desestabilizar el T-MEC. En términos migratorios, su enfoque es implacable y podría resultar en un incremento de deportaciones masivas, así como en presiones para que México actúe como un “tercer país seguro” de facto, manteniendo a migrantes centroamericanos sin recibir la compensación ni el apoyo suficientes.

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Harris: En el caso de Kamala Harris, aunque su enfoque migratorio es más humano, la presión sobre México podría continuar, manteniendo la expectativa de que este país siga conteniendo a los migrantes. Además, su postura más vigilante sobre los derechos laborales y ambientales en el T-MEC podría elevar las tensiones comerciales si decide reforzar las sanciones en estas áreas para proteger los intereses estadounidenses.

Lo feo

Trump: El estilo de Trump al tratar a México como un país que solo genera problemas para sus intereses resulta degradante para la relación diplomática y suele llevar a México a ceder por presión. Sus políticas son volátiles e impredecibles, lo que genera incertidumbre en temas clave de migración y comercio.

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Harris: Con Harris, lo feo podría ser una insistencia en la participación activa de Estados Unidos en asuntos de derechos humanos en México, que algunos verían como una potencial intervención en la política nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum, aunque ideológicamente afín a los demócratas, podría preferir un trato menos invasivo que el que Trump ofreció a López Obrador en su momento.

La relación entre ambos países quedará marcada según el resultado electoral, y México se verá obligado a navegar en una interacción compleja que, en cualquiera de los dos escenarios, tendrá más costos que beneficios. La primera gran afectación podría ser la paridad del peso frente al dólar.