El 1º de junio de 2025, México vivirá un momento sin precedentes: por primera vez, podremos elegir directamente a quienes ocuparán cargos clave en el Poder Judicial de la Federación. A pesar de las voces que llaman a no votar, argumentando desconfianza o desconocimiento, creo firmemente que las mexicanas y los mexicanos debemos aprovechar esta oportunidad única para ejercer nuestro derecho al voto y moldear un sistema judicial más justo y transparente. Aquí te comparto algunas razones para acudir a las urnas.
Democratizar la justicia
Elegir a jueces, magistrados y ministros por voto popular es un paso histórico hacia un Poder Judicial legitimado por las y los ciudadanos. Este proceso, que posiciona a México como referente mundial de democracia participativa, nos permite romper con un sistema de designaciones alejado de la ciudadanía. Votar es empoderarnos para decidir quiénes impartirán justicia.
Combatir la corrupción
Con una impunidad que ronda el 90%, el sistema judicial mexicano necesita un cambio. Esta elección nos da la oportunidad de elegir candidatas y candidatos comprometidos con la ética, la transparencia y los derechos humanos. Nuestro voto puede ser el primer paso para sanear el Poder Judicial y garantizar una justicia más accesible para todos.
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Responsabilidad cívica
No votar es renunciar a nuestra voz en un proceso que definirá el rumbo de la justicia por años. Los cargos en juego, como los nueve ministros de la Suprema Corte y cientos de jueces y magistrados, impactarán en la protección de nuestros derechos. Si no participamos, otros decidirán por nosotros.
Candidaturas preparadas
Entre las 3,397 personas candidatas hay perfiles con sólida formación: el 60% pertenece al Poder Judicial y el 70% tiene posgrados. La diversidad de trayectorias —desde la academia hasta el servicio público— enriquece las opciones. Con el portal “Conóceles” del INE, podemos informarnos y elegir con criterio.
Justicia más equitativa
Las personas electas estarán en sus cargos hasta por 12 años, con posibilidad de reelección en algunos casos. Votar es invertir en un sistema judicial que priorice la paridad de género (cinco mujeres y cuatro hombres en la Suprema Corte) y rinda cuentas al pueblo a través del nuevo Sistema de Medición del Desempeño.
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El 1 de junio, llevemos nuestra credencial de elector y marquemos las seis boletas de colores: morada, azul, turquesa, salmón, rosa y amarilla, que representan cargos federales y, en 19 estados, las boletas locales. Aunque el 77% de la ciudadanía desconoce a los candidatos, según la firma Enkoll, el INE ofrece herramientas como “Conóceles, Practica y Ubica” para informarnos. Con una participación proyectada del 22.9%, cada voto cuenta para evitar que intereses particulares definan el resultado.
No dejemos que el escepticismo nos detenga, ni el juego de poder en el que se ha convertido, para diversos grupos cargados de intereses, esta elección. Tú tienes el poder de decidir la nueva composición del Poder Judicial de la Federación y de los poderes judiciales a nivel local. ¡Participa y decide!