Cada día se conoce de alguna operación que raya en la corrupción por parte de la familia Trump, encabezada por su felón presidente. Medios de comunicación de todo el mundo están relatando la cantidad de hechos que, sin duda, violan al menos los principios éticos que debería respetar el presidente de la nación más poderosa en varias áreas.
Una revista de izquierda muy prestigiosa en Estados Unidos y otros países, Mother Jones, acaba de publicar un artículo sobre el tema titulado, en su versión al español, “10 formas de enriquecer a los Trump y al movimiento MAGA”, donde demuestra con claridad cómo esta familia está utilizando la presidencia para beneficio personal de sus miembros. Porque, eso sí, hay que reconocer que no solo se enriquece él, sino que reparte ganancias entre sus herederos, su esposa y otros parientes políticos.
Como bien mencionó el mes pasado el senador demócrata de Connecticut, Chris Murphy, en una declaración recogida por el periódico español El País, refiriéndose a la primera gira presidencial de Trump por Arabia Saudita, Catar y Emiratos Árabes Unidos: “Esta es la gira de la corrupción del presidente Trump por Oriente Próximo. Está haciendo favores a otras naciones y, a cambio, no pide concesiones en materia de seguridad para Estados Unidos, sino pagos en efectivo para él mismo.”
Entre las diez formas mencionadas por la revista destaca una relacionada con las criptomonedas. El año pasado lanzó su firma de criptomonedas, denominada World Liberty Financial (WLF), y de inmediato un inversionista, Justin Sun, compró 75 millones de dólares en activos digitales. Según Bloomberg, al menos 50 millones de esos fondos fueron a parar a las arcas personales de la familia Trump.
Además, lanzó el criptoactivo $TRUMP, prometiendo recibir en la Casa Blanca e invitar a una cena íntima a quienes compraran mayores cantidades de ese producto. Cumplió organizando una cena en su club de golf en Virginia, y ofreció a los 25 mayores compradores una visita guiada por él mismo en la Casa Blanca.
Otra forma de corrupción ocurrió cuando un fondo de Emiratos Árabes Unidos destinó 2,000 millones de dólares a una “stablecoin” (una criptomoneda vinculada al dólar) dentro de WLF, en la que participan sus tres hijos. Por supuesto, no podía quedar fuera su conocido yerno Jared Kushner, quien, aunque parece haberse alejado de la Casa Blanca, no lo ha hecho de los negocios. Actualmente está construyendo un edificio de lujo en Albania, donde antes se encontraba el Ministerio de Defensa de la antigua Yugoslavia, y planea desarrollar también un complejo turístico en una isla que fue utilizada como base militar.
Otra de las estrategias ha sido la extorsión, pues no puede llamarse de otra forma, a diversas empresas. Por ejemplo, la cadena de televisión ABC News accedió a pagar 15 millones de dólares a la futura biblioteca presidencial de Trump a cambio de cerrar una demanda por difamación. Lo mismo hizo Meta, propietaria de Facebook, que accedió a donar 25 millones de dólares para evitar litigios.
Y si alguna empresa se resiste, como ha sido el caso de CBS, que se negó a pagar argumentando que se estaría violando la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, Trump presiona a la Comisión Federal de Comunicaciones para que “se le impongan multas máximas y se considere revocar su licencia de operación”.
Estos son algunos ejemplos de lo que está ocurriendo en el país vecino, con un presidente que no se detiene ante nada para obtener beneficios personales o familiares en términos monetarios.
Sabíamos de los famosos Robber Barons (capitalistas ladrones), tan conocidos en ese país. Lo que nunca imaginamos es que hoy haya un ladrón en la presidencia. Y con ese personaje es con quien hay que luchar todos los días, en todo el mundo, y especialmente desde nuestro propio país.