La relación entre México y Estados Unidos es tan compleja como indispensable. Somos socios estratégicos en materia comercial, económica, de seguridad y migración. Sin embargo, en los últimos años, la diplomacia parlamentaria —una de las vías más efectivas para la protección de los intereses nacionales— ha sido relegada, privando a nuestro país de un canal vital de comunicación directa con los tomadores de decisiones del Capitolio estadounidense.
Las reuniones Interparlamentarias entre legisladores mexicanos y estadounidenses permitían construir puentes, compartir preocupaciones y delinear soluciones conjuntas a problemáticas bilaterales. Eran espacios donde se gestaban acuerdos políticos que luego facilitaban negociaciones diplomáticas a nivel Ejecutivo.
Hoy, con temas tan sensibles como el nearshoring, los subsidios a la industria automotriz estadounidense, las políticas energéticas proteccionistas, la regulación de precursores químicos y el fenómeno migratorio, es indispensable reactivar este diálogo legislativo.
El Congreso estadounidense tiene un peso determinante en decisiones que impactan directamente nuestra economía: desde reformas fiscales que afectan las remesas y exportaciones mexicanas hasta regulaciones medioambientales que pueden restringir nuestro acceso al mercado más importante para México. Sin interlocución parlamentaria, México pierde voz y capacidad de incidir en decisiones que lo afectan profundamente.
La ausencia de estos mecanismos también alimenta la desinformación y los prejuicios. Los legisladores de ambos países necesitan entender mejor las realidades de cada nación para construir políticas públicas más justas y efectivas.
En tiempos de creciente polarización política en Estados Unidos y de redefinición de alianzas comerciales, es imperativo que México reactive las Interparlamentarias para defender con firmeza sus intereses.
No se trata solo de restablecer una tradición diplomática; se trata de garantizar que los intereses económicos, sociales y políticos de México sean escuchados y considerados en la capital política más poderosa del mundo. Urge que nuestros legisladores asuman su papel como embajadores del interés nacional y retomen, con visión y responsabilidad, el diálogo con sus pares estadounidenses.
Reanudar las reuniones Interparlamentarias no es una opción; es una necesidad impostergable para el presente y futuro de México.
@jlcamachov