El destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, fue ingresado este mismo miércoles al penal de Barbadillo, en el distrito limeño de Ate.
Daniel Soria, procurador general del Estado, presentó una denuncia penal ante la Fiscalía de la Nación por la presunta comisión de los delitos de sedición, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública tras disolver al Poder Legislativo.
El penal en el que Castillo seguirá el proceso judicial en su contra también alberga al expresidente Alberto Fuijimori, quien cumple su condena de 25 años de cárcel, procesado por rebelión y conspiración.
Previamente, Pedro Castillo estuvo retenido varias horas en la Prefectura de Lima, para luego ser llevado, bajo un fuerte resguardo, a un cuartel policial en el distrito del Rímac; en ese punto, abordar un helicóptero que lo llevó al penal de Barbadillo, como se conoce a la prisión policial ubicada en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes).
El exmandatario pasó su primera noche en los mismos muros que Fujimori, la segunda cárcel más larga en la historia del país sudamericano.
El expresidente peruano-japones está en prisión por un proceso iniciado en su contra en 2007 por la Corte Suprema de Perú acusado por las violaciones de derechos humanos en su administración.
Entre los señalamientos se encuentran las matanzas en las zonas de Barrios Altos y La Cantuta de Lima, las cuales fueron cometidas por un escuadrón del Ejército llamado Grupo Colina, que actuaban como paramilitares.
La tarde de ayer, el Congreso de Perú juramentó a Dina Boluarte como nueva presidenta, tras destituir al mandatario Pedro Castillo por “incapacidad moral permanente”.
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