Ante las acusaciones de altos niveles de arsénicos en su agua embotellada, la empresa Peñafiel emitió un comunicado donde asegura que sus productos “son seguros para consumo y no causan daño a la salud”.
Especialistas independientes externos han analizado a detalle los resultados de las pruebas a nuestros productos”, indicó la firma.
Sin embargo, Peñafiel no negó explícitamente el señalamiento de que su agua embotellada tiene un promedio de arsénico de 18.1 partes por billón (ppb), cuando el nivel admitido por Estados Unidos es de 10 ppb, según lo reportó Consumer Report.
Posteriormente la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) anunció que requirió a la empresa toda la información relacionada con sus productos e inició una investigación de campo.
El pasado 24 de abril la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emprendió una indagatoria por el mismo señalamiento.
Tenemos la obligación de checar a Peñafiel y ya iniciamos el proceso para visitar tres plantas, checar lo correspondiente y proteger a los consumidores”, subrayó , José Alonso Novelo, titular del organismo.
NR