La fuerza del ejemplo

14 de Mayo de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

La fuerza del ejemplo

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1.

En campaña, el actual presidente de Estados Unidos ofreció hacer un país capaz de recuperar la confianza e integrarse al mundo con la fuerza del ejemplo, no con el ejemplo de la fuerza. Es decir, reparar el daño infligido a la diplomacia y la credibilidad de los Estados Unidos con sus socios, aliados y ante sus adversarios, que siguen siendo esencialmente los mismos desde la postguerra. Guste o no, Estados Unidos es un país imprescindible en el siglo XXI. Muchos podrán argumentar que está en declive debido al ascenso de otros poderes con capacidad para rivalizar o bien, porque muchos otros países se han desarrollado considerablemente en estos 75 años de relativa paz y prosperidad, donde la humanidad ha dado un salto cualitativo importante en prácticamente todos los indicadores de vida y bienestar. Pero todavía ningún país o centro de poder podría asumir el rol de garantías para el orden y la estabilidad mundial tal y como le conocemos hoy.

2.

De ahí la relevancia de que el gobierno de Estados Unidos asuma sus responsabilidades, porque tampoco podrían existir solos, requieren de la cooperación, la interdependencia y los acuerdos necesarios en un mundo multipolar e interdependiente en el que aún quedan muchas cosas por hacer para enfrentar una agenda global tan compleja como impredecible. Las amenazas ahí están, no sólo la actual pandemia y las otras por venir, que ponen en duda la sobrevivencia de personas y sociedades, sino también el cambio climático, el narcotráfico y la lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo, las migraciones del sur subdesarrollado hacia el próspero norte, la pobreza y la desigualdad ante las cuales no existen soluciones fáciles; todas ponen a prueba la solidez de la democracia o la persistencia del autoritarismo según se le mire.

3.

En la reunión del Grupo de los 7, una reunión virtual pero nuevamente relevante por las decisiones corresponsables ahí asumidas entre las principales potencias económicas del mundo, el presidente Joe Biden puso de relieve esta disposición a liderear con el ejemplo disponiendo la aportación de 4 mil 500 millones de dólares al mecanismo COVAX de las Naciones Unidas para disponer vacunas contra la Covid-19 para los países con menores capacidades económicas. Fue seguido de inmediato por otra cantidad de mil millones de euros a aportar por la Unión Europea, con lo cual el mecanismo COVAX podrá disponer prácticamente de lo que necesita para una campaña de vacunación de dimensiones globales.

4.

A ello han seguido otras disposiciones ejecutivas para retornar al escenario multilateral , tanto en el Acuerdo de París contra el cambio climático como a la Organización Mundial de la Salud y a la Alianza

Atlántica, mostrando que de nuevo Estados Unidos estará al lado de los aliados en la difícil gobernanza mundial. Para México en principio se han retirado los apoyos de la Casa Blanca a los símbolos de oprobio como son el muro en la frontera, el esquema de tercer país seguro y la persecución migratoria, proponiendo en cambio una iniciativa legislativa para regularizar a los migrantes antes del 1 de enero de este año, como también humanizar los procesos de asilo y de entrada con una nueva política migratoria. No es que el muro vaya a demolerse, la migración a abrirse o la relación bilateral pase a Jauja, pero dejarán ya de ser anatemas simbólicos para nuestro país.

5.

Y ante China, Rusia, Irán o Norcorea, el gobierno de Biden ha establecido en principio una línea de firmeza y de apego a los acuerdos y tratados vigentes que podrían suavizar la amenaza de una nueva guerra fría con estos países; los dos primeros con economías fuertes pero ninguno siendo una democracia realmente existente. Ello augura una rivalidad aún por definir pero, geopolítica al fin, no estará exenta de tensiones diplomáticas, comerciales o militares, eventualmente también por conocerse.

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