Un sorprendente caso de presunto hackeo de la revista ¡HOLA! genera una enorme polémica en España debido a que se difundió de manera masiva y sin autorización su último número en formato PDF a través de WhatsApp.
El especial de la boda de las celebridades Tamara Falcó e Iñigo Onieva se vio afectado por esta filtración, generando debates sobre la protección de la propiedad intelectual en el ámbito editorial.
La revista ¡HOLA! había llegado a un acuerdo con la pareja Onieva-Falcó, pagando una suma estimada de medio millón de euros por los derechos exclusivos de cubrir el evento.
Empero, antes de que muchos potenciales compradores tuvieran la oportunidad de adquirir la revista, su contenido se propagó ampliamente a través de WhatsApp en formato PDF, lo que ha llevado a la Asociación de Medios de la Información (AMI) a denunciar lo sucedido como “la mayor acción de piratería de la historia de la prensa en nuestro país”.
La AMI emitió un comunicado oficial responsabilizando a Meta, la compañía propietaria de WhatsApp, por su presunta “inacción” ante esta situación.
Culpa de Meta, dice ¡Hola!
¡HOLA! describió el incidente señalando que, aunque la primera edición de la revista se había agotado en los quioscos y se prometía una nueva tirada para el día siguiente, el especial de la boda había llegado a un número mayor de personas a través de WhatsApp, propiedad de Meta, donde se distribuyó masivamente.
La revista considera que Meta ignoró su legítimo derecho de hacer valer el fruto de su trabajo y ha expresado su descontento por la filtración.
La AMI exigió a Meta que tome medidas inmediatas para detener la distribución ilegítima de contenidos editoriales.
La asociación destacó que tanto las personas que descargan y distribuyen el contenido sin autorización, como aquellos que lo reciben y reenvían, están cometiendo un delito.
La existencia de un delito en este caso particular deberá ser determinada por un juez; y es importante recordar que los jueces han fallado en numerosas ocasiones a favor de los usuarios en casos relacionados con descargas de archivos.
Proceso en México reclama lo mismo
El caso recuerda al caso de la revista Proceso, la cual ha expresado los daños que resiente cuando se comparte su número a través de redes sociales de manera gratuita.
El pasado 17 junio, Proceso informó que su publicación impresa pasará de ser semanal a ser mensual; decisión que, en parte, fue tomada ante la difusión ilegal de su semanario.
“La era digital postpandemia aceleró los cambios en los hábitos de consumo y en el modelo de negocios de los medios de información”, refirió la revista para destacar que el periodismo independiente se mantiene como algo fundamental para la vida pública del país.
Sin embargo, Proceso refirió que la reproducción ilegal de su edición digital de su semanario ha provocado “graves perjuicios”.
La revista hizo énfasis en la distribución ilegal de su edición digital y aseveró que se logró detectar que en tal práctica han incurrido “oficinas gubernamentales y empresas privadas; incluso, el sector académico y particulares”.
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