Trump en problemas

13 de Mayo de 2024

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

Trump en problemas

Le Clercq

Estamos a solo tres meses de la elección presidencial en los Estados Unidos, el martes 3 de noviembre, y por lo pronto el escenario se ha complicado mucho para las aspiraciones de reelección del presidente Trump.

Caída en su popularidad, contagios y defunciones por Covid-19 fuera de control, protestas sociales contra el racismo en diversos estados, que se suman a errores de comunicación e imagen cometidas por el propio Trump.

El promedio de las encuestas advierte que Joe Biden mantiene una ventaja cercana al 10% sobre Trump en las preferencias a nivel nacional. Dato que es necesario tomar con cautela dadas las características del sistema electoral estadounidense. No hay que olvidar que Hillary Clinton obtuvo en 2016 más de 2% más de votos, lo cual se tradujo solamente en 227 votos electorales frente a los 304 obtenidos por Donald Trump.

Pero los problemas que enfrenta Trump van más allá de la intención de voto general. En el mes de julio sus niveles de aprobación se encuentran en uno de sus niveles más bajos de toda su gestión, 55.8% desaprueba su labor frente al 40.1% que lo aprueba. Cifras no muy lejanas del 57.4% alcanzado en diciembre de 2017, punto máximo de desaprobación en estos cuatro años (para este artículo utilizo los datos publicados por fivethirtyeight.com, los cuales son elaborados a través de promediar las diferentes encuestas electorales y de aprobación presidencial levantadas en los Estados Unidos).

Un dato complementario refiere a la aprobación sobre el manejo de la pandemia. En este caso, la desaprobación mantiene una tendencia creciente y alcanza 59.1% frente 37.4% de aprobación. Las consecuencias de la pandemia están golpeando muy fuerte la credibilidad de Trump, no es gratuito que en las últimas semanas haya intentado dar un giro a su discurso reconociendo la importancia del cubrebocas y usándolo en público. Sin embargo, la magnitud de la pandemia difícilmente dejará de representar costos políticos muy altos para Trump. Simplemente en julio los fallecimientos llegarán a 150 mil y el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (covid19.healthdata.com) proyecta que para el día de la elección el total de fallecimientos podría alcanzar la escalofriante cifra de 220 mil.

Pero es en las preferencias por Estados donde se reflejan los mayores problemas para Trump. En 2016 Trump pudo derrotar a Hillary Clinton, a pesar de obtener menos votos a nivel nacional, gracias a que ganó en 29 estados frente a los 21 conquistados por los demócratas. Este panorama comienza a cambiar en forma significativa. Con los datos disponibles, se proyecta que los republicanos ganarían nuevamente al menos en 17 estados y los demócratas en 20. Sin embargo, en seis estados anteriormente ganados por los republicanos se observa una ventaja considerable de los demócratas, incluyendo estados clave como Florida, Michigan y Pensilvania.

En siete estados ganados por los republicanos en 2016 se observa un crecimiento en la intención de voto de los demócratas. Arizona, Carolina del Norte y Ohio, señalan una ventaja ligera los demócratas, mientras que en Alaska, Arkansas y Georgia los republicanos se mantienen al frente por un margen muy estrecho. En Texas las encuestas señalan empate. Por el contrario, de los estados conquistados en 2016 por los demócratas, solamente en Delaware hay una competencia cerrada.

Faltan tres meses en los que puede ocurrir cualquier cosa. No hay duda que veremos a un Donald Trump muy agresivo después de que tengan lugar las convenciones de los partidos y en cuanto la campaña arranque formalmente. Lo que es indudable, es que los problemas internos parecen desbordar al gobierno de Trump y que esto se está trasladando a las preferencias electorales en estados clave. Biden tiene en estos momentos las condiciones para evitar la reelección de Trump. Veremos si en los próximos meses es capaz de aprovechar las circunstancias para consolidar su ventaja.

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