Regaño para la impostora
Cuando doña Isabel viajó en primera clase a Chetumal, una de tantas metidas de pata -retó a los reporteros a preguntarle al Presidente por qué la había nombrado cónsul, lo que no le gustó al tabasqueño y pidió a sus colaboradores que le leyeran la cartilla
México, D. F. 20FEBRERO2004.- La periodista Isabel Arvide, quien interpuso en 2002 una queja ante la CNDH por presuntas violaciones contra sus garantías por parte de funcionarios de Chihuahua, manifestó ante este Organismo nacional temores fundados por su seguridad personal, originados en algunas de sus revelaciones periodísticas. FOTO: CORTESÍA CNDH/Cuartoscuro.com
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A propósito de metidas de pata, Isabel Arvide, que pasó de pedir dinero en las conferencias mañaneras al presidente Andrés Manuel López Obrador, a encontrar un hueso como asesora del mandatario para informar —o difamar reiteradamente— a columnistas políticos, y finalmente alejada con el Principio de Peter como cónsul en Estambul, volvió a hacer de las suyas recientemente, cuando tras viajar en primera clase a Chetumal y ser atrapada en su violación al dogma de la austeridad de la 4T, le echó la bolita al Presidente al decir que le preguntaran por qué la había nombrado en ese cargo diplomático.
Mandarle la presión a López Obrador no se hace y, como era natural, don Andrés se molestó y pidió a sus colaboradores que le leyeran la cartilla para que no volviera a cometer tamaño atropello a la figura presidencial.
