Responsabilidad ineludible

27 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Responsabilidad ineludible

Poco a poco estamos acercándonos a una crisis y, muy probablemente, a una recesión mundial muy diferente a las últimas que hemos tenido. Lo anterior debido a que, entre otras cosas, el llamado populismo de derecha está tomando las riendas de las decisiones gubernamentales en muchos países, no sólo de Europa, sino de otros continentes, y la situación se está tornando cada vez más grave, con severas consecuencias para los pobladores de este planeta.

Estados Unidos, Italia, Hungría, Brasil, por citar algunos casos, es donde el populismo mezclado con citas bíblicas está causando desazón y no sólo en sus propios territorios. Lo grave es que en términos generales, las sociedades de estos países están de acuerdo porque, como bien dice Stephan Lessenich en un artículo que apareció la semana pasada en El País refiriéndose a Europa, “la gente se está dando cuenta que el modelo social de capitalismo democrático que ha resultado en niveles inéditos de prosperidad económica y estabilidad política está llegando a sus límites y no se prolongará indefinidamente”.

Uno de los responsables de la crisis que viene es, sin la menor duda, el búfalo impresentable del presidente Trump, quien tan sólo la semana pasada tomó o amenazó con tomar decisiones que se creían ya resueltas por la humanidad.

Canceló el acuerdo para el control de armas nucleares, dando paso a una nueva Guerra Fría con los rusos y ahora también con los chinos; ha amenazado con utilizar una ley denominada Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que data de 1977, creada para sancionar a naciones que supuestamente afectan sus intereses y dirigida a aquellas naciones que protegían a terroristas, y ahora pretenden aplicarla a China, obligando a las empresas estadounidenses a dejar de producir en el territorio chino; se le ha ocurrido la estupidez de proponer a la Primera Ministra del reino de Dinamarca la compra de Groenlandia, lo cual, por lo visto, ha sido un deseo de la derecha estadounidense desde hace mucho, y todas las semanas vemos como la lucha arancelaria con China y otros países no cesa con nuevas represalias de uno y otro lado.

A todo esto agreguemos el conflicto en Europa por la salida de Inglaterra de la Unión Europea; la recesión en Alemania, principal motor económico de ese continente; las perspectivas negativas por las caídas en las exportaciones y la confianza de los consumidores, más las noticias de que el crecimiento en promedio para el continente será de 1% durante este año.

En nuestro continente, los problemas de Argentina, Uruguay, Paraguay y ahora destacadamente Brasil no sólo con la devastación del Amazonas, sino con otras medidas que ha tomado otro presidente impresentable, Jair Bolsonaro, hacen que el futuro de nuestros pueblos esté siendo amenazado como nunca.

Por eso hay que estar preparados en nuestro país y tomar las decisiones correctas ante la recesión mundial que causará desempleo, lo cual ya estamos viendo en pérdida de poder adquisitivo, también lo estamos viendo ya, y que redundará en la caída del consumo de la población al no tener ingresos suficientes y, por lo tanto, habrá poco crecimiento económico y desarrollo sano. Esperemos que el Presupuesto de Egresos que este gobierno mande el próximo mes confirme las palabras del Presidente de que “Vamos muy bien, vamos muy distinto a lo que dicen los expertos”.

La realidad es que es imposible resucitar el modelo de Estado de Bienestar que tenían los europeos, y para el resto de los países, como el nuestro, será imposible llegar siquiera a lo que ellos tuvieron.

Este sistema económico ya no da más y si los dirigentes no lo entienden será peor para ellos, porque los pueblos están hartos: las migraciones son el mejor ejemplo. Está en riesgo la paz mundial.