Los partidos libertinos, oportunistas y déspotas se auto-concedieron en una bacanal legislativa reglas suculentas deliberadamente enmarañadas para detentar el poder estrangulando la nimia democracia que existía y reduciendo las elecciones a una farsa ominosa...
En materia político-electoral todo parece estar sucediendo en pretérito plus- cuan perfecto ante el deterioro inmediato y corrosivo de la última legislación que antes del examen a título de suficiencia el próximo siete de junio ya esta reprobada...
Como bien dice Juan Villoro “antes votar era una ilusión, ahora una pesadilla y salir a votar por el menos peor una verdadera tragedia”.
El despropósito de leyes mal hechas, verticalistas, excluyentes enredadas, engañosas y abusivas en las que en un absurdo trenzado de reglas arteras los partidos ahora no solo son el monopolio de la política facciosa escamoteadora de toda participación ciudadana sino que también como los de la “FIFA” en el futbol ahora son los “dueños absolutos del casino del timo” seudodemocratizador, de las mesas, de las cartas, controlan los accesos, al croupier y a los reguladores del juego (INE-TEPJF) electoral haciendo de las campañas un desfile de botargas recicladas y de las elecciones justificante acedo para despilfarrar más recursos públicos, continuar deforestando el árido páramo donde debía florecer la democracia real y todo para volver a imponer a sus mismos palafreneros.
Seamos realistas, las minorías cómodamente instaladas en la cúspide de la pirámide del poder sabíamos que nunca habrían de reducir sus privilegios y que carecían de la voluntad para cambiar en favor de las mayorías su mundo feliz y de huida hacia adelante sin ninguna meta para el avance colectivo.
Pero nunca supusimos que en su voracidad eructante tuvieran la pulsión del chupamirto y que confabulados se les exacerbara su natural cretinismo para fagocitar en una sola sentada legislativa todas y muy escasas prerrogativas ciudadanas que tenía la población antes de esa reforma lactífera y devastadora para la democracia.
No solo incumplían antes de esas alevosas reformas con lo que con engaños, displicencia y total descaro prometían, sino que antes de aprobarse esa legislación dejaron correr la especie embaucadora de aperturar más vías de participación ciudadana, fortalecer las candidaturas independientes, acortar las campañas, reducir el costo de los partidos y el número de los plurinominales, así como la obligación de transparentar el uso de recursos públicos, así como los que reciben de donantes privados y democratizar los procesos internos de selección de candidatos idóneos, entre otros aparentes compromisos que motivarían a la ciudadanía a votar.
La ominosa realidad es que no hubo el menor interés de los partidos para nominar con métodos democráticos a sus candidatos, impusieron a los de siempre y con las mismas patrañas y por consiguiente esos candidatos no responden a la población sino solo a sus padrinos políticos...tampoco se redujeron los tiempos de campaña y de manera burda se inventaron las pre-campañas y otro período denominado “inter-campaña” con lo cual se confirma su proclividad a la simulación y al engaño como epopeyas de la ramplonería bufa.
Usando más hígado que neuronas y sin importarles un comino estar en el pináculo del más acervo y rotundo rechazo ciudadano ni preocuparles tampoco un ápice el “puré" de las crisis económica, social y de inseguridad se refocilaron los partidos humillando aún más a la población y ofenden perdulariamente a la ciudadanía con la náusea de la reelección de los plurinominales como el más despatarrado insulto de la partidocracia ya que con esa reelección escandalosa pretende hacer la apología del parasitismo y con todas las ventajas ya que no solo vendrán escondidos al reverso de las boletas para elegir a los candidatos del mayoría, sino que reacios al encarar al electorado y huidizos, desde las sombras utilizarán el dinero y la posición de la curul o del escaño para no esforzarse en nada gracias a ese amañado esquema agraviante en grado sumo, pues dentro del amorfo catálogo de bastardas justificaciones no hay un solo argumento válido para reelegir a los que no fueron electos directamente por el resultado de las urnas.
En esa majadera reelección de los plurinominales no hay partido que tenga excusa alguna, pues como declamaba la musa Sor Juana Inés de la Cruz “igual peca el que paga que el que peca por pagar” y que en caso de los pluris sería solo el cobrar sin parar desde el mausoleo a perpetuidad que las cúpulas de los partidos se mandaran construir desde sus pulsiones autoritarias y su misantropía nihilista e inmoral.
Ya van a acabar el spoteo y el volanteo que sustituyó a las campañas a ras de tierra, los debatesfueron reducidos a nada, no hubo un impacto concreto y tangible en la sociedad pues partidos y candidatos rehuyeron el abordaje (por incapacidad, por ignorancia o pusilanimidad) de los graves problemas que afectan a este país en materia educativa, de salud pública, de inseguridad, pobreza, desempleo, corrupción y violencia.
La Reforma electoral no amplió la democracia, no disminuyó la polarización y la frivolización de la política, no propició que los partidos salieran de su estado vegetativo y de irresponsable autocomplacencia de ahí que pasada la elección y después de “inundar” las urnas con votos nulos empiece una presión ciudadana sólida para que se reformen esas reformas inconexas, desarticuladas, regresivas con las que se le hace el juego a las élites a pesar de que nada bueno han hecho por este país que no sea beneficiarse en el lapso de más de 30 años con las mismas políticas fracasadas.
El voto nulo será para los partidos un mensaje claro de que la población no admite se sigan burlando, inmolando y vulnerando a este país y la exigencia de legislar sobre la revocación del mandato; la reducción de los plurinominales; la no reelección de estos últimos; hacer asequibles la consulta popular, las candidaturas independientes con iguales topes de campaña que los candidatos postulados por los partidos; obligación de hacer campañas directas y con debates sin grilletes ni componendas y como lo más urgente, modificar el sistema de prerrogativas y de recursos a los partidos basadas aberrantemente hoy en el simple y natural incremento de empadronados, cuando estos voluminosos recursos del erario deben ser equivalentes al cuantum de los votos válidos que cada partido obtenga en la última elección.
De no ser así los partidos seguirán en la molicie, en la pereza y deliberadamente alejados del electorado, pero beneficiándose sin escrúpulos del abstencionismo creciente.
Habida cuenta de ello, si crece el voto nulo se evitará el fortalecimiento de las burbujas partidarias que buscan consolidarse tras cada elección y que un día después de realizadas éstas vuelven a tirar al “basurero” los votos de los que ingenuamente sufragaron por el menos peor o por alguien que ni conocen.
No votar es una soberana tontería...votar por más de los mismos es ingenuidad, votar nulo y como decía José Saramago, premio Nobel Portugués en su “Ensayo sobre la Ceguera” es una muestra incontrovertible y paradigmática del hartazgo ciudadano y si es en alto porcentaje será similar a un plebiscito...
Votemos nulo como causa compartida que va más allá de la simple prevalencia aritmética de un partido sobre otro y que luego desaparece con los mayoriteos de siempre.
Ni indiferentes ni conformistas con la simple “estabilidad de la repetición” que solo sirve para engordar a los de arriba y enflaquecer, pisotear a los de abajo...La inacción es no solo el desastre garantizado sino multiplicado y perpetuado por nuestra proclividad al inmovilismo.
¡No le temamos a los empujones, la política es “un deporte de contacto” cuyas reglas y los silbatos los controlan ahora los grupos facciosos.- Hagamos el juego inteligente, sin odios, pero tampoco postergando acciones que obliguen a emparejar la cancha para que los trogloditas no le sigan rompiendo a la población los ligamentos a la mala.- De todos nosotros depende! www.ejecentral.com email: eguia.associates@gmail.com twiter: @ REguiaV
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