Santa Lucía es inapropiado: Mitre

5 de Mayo de 2024

Santa Lucía es inapropiado: Mitre

Las tres razones que lo hacen inviable son: el plan no se ha estudiado a detalle; su capacidad de operación es a cortísimo plazo y desde la óptica de diseño aeronáutico es complejo e incierto tanto para operar con una o con dos pistas

Tecámac. El proyecto de AMLO es construir dos pistas en Santa Lucía. FOTO: Cuartoscuro

A Bernardo Lisker Melman se le conoce como uno de los científicos más calificados en aviación, no sólo por su maestría o su doctorado en Transporte de Vuelo de Aeronáutica, ambos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) —catalogada como la mejor universidad del mundo, con 76 premios Nobel entre sus egresados y profesorado—, sino porque ha participado en decenas de proyectos aeronáuticos en el mundo, y sus investigaciones en el manejo de pistas convergentes han generado cambios en la industria. Es mexicano y desde hace casi 30 años trabaja para el Centro para el Desarrollo Avanzado de Sistemas de Aviación (MITRE), organización que desde hace 60 años lleva a cabo investigaciones en materia aeronáutica y se ha consolidado como uno de los laboratorios de estudios más avanzado en la materia, y que desde hace 22 años ha realizado proyectos para México.

›Lisker Melman es el mismo que apenas hace 21 días (el 18 de octubre), insistió en una carta que aunque en ingeniería casi todo es posible, el proyecto de operar simultáneamente el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la Base Aérea de Santa Lucía implica restricciones técnicas que lo hacen “inapropiado”.

“Sugiero cuidar mucho la palabra ‘viabilidad’, pues es manipulable. (…) El caso del plan AICM+Santa Lucía entra en la categoría de ser altamente restrictivo por razones de separación con el tráfico dirigido hacia el AICM”, expuso en un documento de MITRE firmado por Bernardo Lisker, y dirigido al actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, con copia al futuro titular del ramo en la presidencia de López Obrador, Javier Jiménez Espriú. Lisker plantea tres razones que hacen inapropiado a Santa Lucía: el plan no se ha estudiado a detalle; su capacidad de operación es a cortísimo plazo y desde la óptica de diseño aeronáutico es complejo e incierto tanto para operar con una pista o dos, como actualmente se propone. “En todo el mundo fuera de Estados Unidos sólo existen unos diez aeropuertos que operan duales. El caso de duales en Santa Lucía es extremadamente complejo. Más aún, nadie ha calculado la separación correcta requerida en Santa Lucía para duales en base (sic) a la densidad del aire (que se correlaciona con su elevación) y así asegurar una bajísima probabilidad de colisiones causada por desviaciones”, refirió quien en 1990 dirigió a los especialistas que rediseñaron el espacio aéreo de París para expandir el aeropuerto Charles de Gaulle. Para saberlo se requiere, argumenta, de un cálculo por medio de un modelo desarrollado por la organización. Y es que de acuerdo a la misiva, esa es justo la razón por la que la organización es consultada frecuentemente sobre el “tema de duales para la separación de pistas a gran elevación”. Tampoco se ha estudiado el cómo manejar las aproximaciones fallidas simultáneas; es decir, que dos aeronaves se encuentren a 80 metros de altitud y decidan no aterrizar. “La Sierra de Guadalupe se halla localizada cerca y paralela a la trayectoria de aproximación a Santa Lucía”, expone la carta. Sumado a estas razones, Bernardo Lisker expuso que aún no se analiza la capacidad operacional de la opción que ganó en la consulta ciudadana, pero de antemano estima que será más baja que la del actual aeropuerto de la Ciudad de México. “No comprendemos cómo se habla de capacidad antes de emprender estudios de espacio aéreo”. Por otra parte, califica como un error la comparación que se hace con el Valle de México y ciudades como Nueva York o Londres, dado que la orografía de la zona será demasiado complicada de manejar para los controladores aéreos. “No hemos realizado el complejo rediseño del espacio aéreo que ese plan requeriría”, advierte la carta. Mientras que no se han llevado a cabo los estudios de tipo fotogramétrico, que permitan conocer en alta resolución el terreno hacia el norte que requiere Santa Lucía y los cuales, por lo menos, requieren de ocho meses. “Si alguien en el medio técnico realmente profesional opina diferente a lo que digo a continuación, sugeriría mucha precaución”. La conclusión del científico de MITRE es que antes de que se considere la operación simultánea del actual aeropuerto de la capital y de la Base Aérea de Santa Lucía es necesario que se tome en cuenta su complejidad y que no se ha realizado un estudio aeronáutico serio que la avale. “Los riesgos son claros y presentes. Además, aún en el mejor caro, no resolverá el problema de la demanda más allá del muy corto plazo (algo ya mencionado en 2013 por la OACI)”, apunta. MITRE CALIFICA COMO UN ERROR LA COMPARACIÓN QUE SE HACE ENTRE EL VALLE DE MÉXICO Y CIUDADES COMO NUEVA YORK O LONDRES, DADO QUE LA OROGRAFÍA DE LA ZONA SERÁ DEMASIADO COMPLICADA DE MANEJAR. Más allá de la negación al proyecto alterno, el científico de MITRE expone que también realizó intentos para hacer que el plan funcionara. Por lo que en su estudio probó el uso de navegación por satélite avanzada, pero en la misiva dirigida al titular de la SCT y al futuro secretario, advierte que no existe ningún gran aeropuerto que dependa exclusivamente de la navegación satelital, la cual especifica es una modalidad con miras al futuro. Esto porque tan sólo 40% de las aeronaves comerciales de Estados Unidos han sido certificadas para ese tipo de navegación, según datos de marzo de 2018. “El caso es tan claro que Estados Unidos considera ‘indefinido’ el plazo para alcanzar altos porcentajes de certificación satelital avanzada (…)”.

Otro de los factores que juega en contra de Santa Lucía, a decir de MITRE, es que se tendrían que comprar o expropiar tierras con miras a extender la longitud de las pistas para que se puedan acondicionar “luces de aproximación de pistas instrumentadas para aproximaciones de precisión”. Aunado a que la construcción de pistas en Santa Lucía causaría exposición al ruido en comunidades cercanas. Su opinión, argumenta, no se realiza sin conocimientos, ya que la carta refiere que más de 60 expertos de la organización han analizado seis sitios distintos, así como el espacio aéreo del Valle de México por lo menos desde hace 22 años. “Conocemos muy bien el espacio aéreo del valle y fue por eso que pudimos analizar el plan AICM+Santa Lucía”.

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