El comercio de armas en Estados Unidos, es gran tema de debate. En los últimos 15 años, el número de pistolas de gran calibre (de 9 mm o mayores) que se han vendido en Estados Unidos ha pasado de poco más de medio millón en 2005 a más de 3.9 millones en 2020, un fenómeno que puede explicarse por las efectivas campañas de marketing de los fabricantes.
De acuerdo con un análisis hecho por Michael Siegel, profesor-investigador de salud pública y medicina comunitaria de la Universidad Tufts, “Estados Unidos está saturado de armas… Sólo en 2020, los fabricantes de armas produjeron 11.1 millones de armas de fuego, en comparación con los 5.4 millones de 2010”.
En un artículo publicado en el sitio The Conversation, Siegel señala que también han crecido las ventas de las pistolas calibre .38, diseñadas específicamente para poder portarlas de manera oculta; pues alcanzaron un récord de fabricación 1.1 millones en 2016, llegaron a 660 mil en 2020, mientras que en 2005 se hicieron 107 mil.
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La producción de rifles se duplicó de 1.4 millones en 2005 a 2.8 millones en 2020 y tuvo un récord de 4.2 millones en 2016, debido a una mayor demanda de armas semiautomáticas, incluidos los rifles de asalto.
“Los fabricantes de armas se han vuelto muy efectivos en la comercialización de sus productos como herramientas necesarias para la autodefensa, quizás en gran parte para compensar una disminución en la demanda para uso recreativo”, comenta Siegel.
El experto indica también que, como resultado de una campaña de cabildeo de la Asociación Nacional del Rifle, diversos estados han adoptado las leyes de “mantenerse firme” (stand your ground), que “permiten explícitamente que las personas usen armas de fuego como primer recurso para la autodefensa ante una amenaza”.
Por su parte, los editores de la revista Scientific American señalan que “la ciencia es muy clara. Más armas no detienen el crimen. Las armas matan a más niños cada año que los accidentes automovilísticos. Más niños mueren por disparos en un año que policías en servicio y militares activos. Las armas son una crisis de salud pública, al igual que la Covid, y en esto, les estamos fallando a nuestros hijos, una y otra vez”.
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