Una nueva ley promulgada por la Knesset —el Poder Legislativo de Israel— fue aprovechada por los manifestantes y opositores para dar mayor fuerza a las manifestaciones que desde hace semanas sacuden al territorio. Se trata de una normativa que limita la posibilidad de declarar a un Primer Ministro inepto para ejercer su cargo, la cual, afirman los inconformes, servirá para proteger al actual Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, quien es señalado de varios cargos de corrupción.
De esta forma, y con una votación final de 61 a 47, el órgano unicameral limita las condiciones en las que un Primer ministro puede ser declarado temporalmente inepto para ejercer sus funciones, y ahora únicamente tendrá en cuenta la incapacidad física o mental, y únicamente si la propia figura lo pide, o tras una votación del gobierno con una mayoría de las tres cuartas partes de los ministros.
El proyecto de ley también impide que la Corte Suprema considere “una solicitud para declarar la incapacidad del Primer Ministro”.
Y aunque los manifestantes no han abandonado las calles de Israel, las fuerzas de seguridad siguen sin dar información del número preciso de personas que se han congregado enfrente de los edificios legislativos y la residencia de Netanyahu, pero se calcula que son varios miles de personas las que intentan hacer oír su voz, tanto en la capital como en otras áreas tales como en Haifa (norte), y en Beer Sheva (sur).
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Lo que sí se dio a conocer es que al menos diez manifestantes fueron detenidos esta tarde por afectar el orden público en Tel Aviv, mientras que las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua para dispersar la muchedumbre en la capital.
Por su parte, Netanyahu aprovechó la coyuntura para asegurar que “pondrá fin a la división en el seno del pueblo”, aunque también se dijo decidido a impulsar la reforma que ha ocasionado las protestas debido a que limita las facultades de la Suprema Corte israelí. “No queremos controlar a la Justicia, queremos equilibrarla. No es el fin de la democracia, es el reforzamiento de la democracia”, fueron sus palabras.
Las protestas han reunido a cerca de 260 mil personas a lo largo de todo Israel, y ya han sido calificadas como el movimiento de protesta más grande que se ha registrado en el territorio en los últimos años.
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