Pese a dos avances mensuales al cierre del 2021, el mercado automotriz mexicano cortó una marginal recuperación con la peor caída en ventas en 18 meses durante enero.
La información proporcionada por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que se vendieron 78 mil 585 unidades en el primer mes del año, que sería la cifra más baja desde julio de 2020, que en ese momento se anotó disminuida en medio del periodo de mayor confinamiento ante la Covid-19.
La caída representó frente a la cifra de diciembre un retroceso de 19.3%, que equivalen a 18 mil 780 unidades menos, y en términos anuales una caída de 3.8%, o de 3 mil 72 autos menos.
La industria automotriz ha estado inmersa en graves problemas provocados por la cadena de suministro, además de una terrible crisis de chips que han imposibilitado incrementar la oferta al consumidor. La afectación en el suministro de los semiconductores recae de manera contundente porque un auto en sus sistemas cuenta con un promedio que va de los mil a los 3 mil chips.
Las ventas de este primer mes del año, también se convierten en el enero más pobre en 10 años, sólo que en ese momento las ventas venían en ascenso de años anteriores, y hoy vienen en sentido contrario.
Mientras esto sucede en nuestro país, en Estados Unidos las ventas automotrices que dio a conocer este mismo día el Buró de Análisis Económico aumentaron de 2.69 millones en diciembre a 3.04 millones en enero, en el que es su tercer incremento al hilo mensual.
Mientras México mostró debilidad en los dos últimos trimestres de 2021, Estados Unidos despegó y en el tercer trimestre avanzó tanto en crecimiento como en empleo e ingresos, lo que también beneficia las ventas automotrices, sin embargo, el vecino del Norte aún no recupera las cifras de venta antes de la pandemia.
De acuerdo con datos del Inegi, los consumidores en México ven precariedad actualmente y para el futuro económico de sus bolsillos por lo que no piensan en compras de bienes duraderos en el corto plazo, lo que se sumará para la industria automotriz además de la crisis de Chips y de suministros.
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