El inicio, hoy, de la tercera reunión del Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación Plástica de la ONU ocurre bajo la sombra de la denuncia de un grupo internacional de 35 científicos sobre los conflictos de intereses cuya existencia se ha aceptado de manera oficial en las negociaciones globales de tratados sobre plásticos y otros productos químicos.
Representantes de las industrias del plástico y petroquímica participaron activamente desde la primera ronda de negociaciones del Comité que se llevó a cabo en 2022, aunque diversos científicos lo habían desaconsejado, y la denuncia, publicada en la revista Environmental Science & Technology, señala que esos representantes impulsaron declaraciones engañosas, como la afirmación desacreditada de que la producción de plástico ayudará a combatir el cambio climático.
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Los autores de la denuncia cuestionan el argumento de que se debe alentar y apoyar la participación directa de la industria química en el trabajo del panel de ciencia y política pública (SPP) porque la industria química a menudo está en posesión de datos que son necesarios para dicho trabajo.
En síntesis del extenso análisis, se señala que la información debería ser accesible sin la necesidad de los representantes de la industria, pero incluso si se permite su participación, se les debe considerar expertos con conflicto de interés y no se les debe permitir participar en el proceso de toma de decisiones o en el trabajo principal del panel, “pero aún así pueden contribuir al trabajo del SPP como observadores”.
“Dejar que los contaminadores tengan voz en la protección contra la contaminación es el epítome del zorro que guarda el gallinero”, dijo, en un comunicado de prensa y con lenguaje más coloquial, el autor principal de la denuncia Andreas Schäffer, del Instituto de Investigación Ambiental de la Universidad RWTH Aachen.
“Así como la industria tabacalera fue restringida del trabajo de la OMS sobre el tabaquismo, la ONU no debería permitir que pistoleros a sueldo de la industria química diluyan las directrices globales para la gestión de productos químicos y desechos”.
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