La empresa Coca-Cola suspenderá la venta de sus productos en la ciudad de Chilpancingo hasta la próxima semana, debido a los hechos de violencia en la ciudad y el secuestro de dos trabajadores por parte de normalistas y maestros.
El presidente de la Confederación Patronal Mexicana en Chilpancingo, Jaime Nava Romero, informó que la compañía refresquera cerrará sus instalaciones en la capital guerrerense a partir de este viernes y hasta el próximo martes, mientras decide si permanece o se retira definitivamente.
En tanto, este viernes los promotores y vendedores recorrieron las rutas de venta para avisar a las tiendas y comercios que no entregaría mercancía durante los siguientes días, debido a cuestiones de seguridad.
La suspensión de las ventas se dio en la cabecera municipal, así como en las comunidades de la zona rural de Chilpancingo y algunos municipios del centro del estado.
En días anteriores, la empresa refresquera interpuso una denuncia penal por el saqueo y robo de los camiones repartidores en las calles de la ciudad, a manos de presuntos estudiantes de la Normal Rural de Ayotiznapa y maestros miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de Educación de Guerrero (CETEG), como parte de las movilizaciones para exigir la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos.
La tarde del miércoles 18 de febrero, la policía estatal detuvo a tres estudiantes miembros del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (Funpeg) in fraganti saqueando un vehículo repartidor.
Ante las detenciones, miembros del frente y la CETEG acudieron a una bodega de Coca-Cola, ubicada cerca de la 35º Zona Militar, donde secuestraron al gerente y subgerente, para utilizarlos como moneda de cambio en la liberación de los tres jóvenes.
La alerta por el secuestro movilizó a la policía antimotines, que se trasladó a la plaza central de Chilpancingo. Allí, los elementos de seguridad se enfrentaron con estudiantes y maestros, que dejó un saldo de dos profesores detenidos y una decena de lesionados.
Después de varias horas, la madrugada del jueves 19 ambas partes acordaron intercambiar a las personas detenidas. Ramón Navarrete Magdaleno, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero, fue el responsable de mediar la situación y concretar el canje en paz.
Sin embargo, los empleados de Coca-Cola presentaron golpes y daños por el amarre de manos y pies. La empresa no ha querido proporcionar el nombre de los ejecutivos para preservar su integridad; sin embargo, ya acudieron al Ministerio Público para denunciar los hechos.
Ésta es la segunda empresa que sale del estado en las últimas semanas. En días previos, Pepsi y toda su línea de productos –incluyendo Sabritas-, abandonaron la ciudad debido a los saqueos y los hechos de violencia registrados en contra de sus empleados.