Convencido de que los autos eléctricos constituyen una de las piezas fundamentales en la transformación urbana para la siguiente década, el especialista en movilidad, Rodrigo Madariaga lamentó que su adopción y desarrollo en México esté aún condicionada, debido principalmente por los costos de producción de esta gama de autos, así como por la falta de estaciones de carga dispuestas específicamente en la Ciudad de México.
De acuerdo con el experto en movilidad urbana considera que la ausencia de inversiones para el desarrollo de infraestructura e innovación tecnológica, acentúan aún más el rezago en la adopción de este tipo de vehículos en nuestro país, parámetro que ha establecido inicialmente la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec).
“En México, existe un alineamiento con los compromisos globales de sostenibilidad ambiental, y se comparten objetivos de las agendas 2035 – 2050, porque el objetivo también es transformar el entorno y con ello la movilidad de las grandes ciudades; pero, debemos tomar en cuenta que se parte de la premisa de una industria automotriz mexicana que es cuarta exportadora en vehículos ligeros y quinta en autopartes”.
Madariaga Barrilado explica que, mientras en regiones como Europa y Asia la meta de transición al uso de vehículos eléctricos está marcada para 2050 y 2035 respectivamente, en América aún no es claro el panorama, sobre todo en México, donde la adopción del 5G y los servicios de soporte para este tipo de autos es paulatino.
“El estudio Global Automotive Executive Survey 2020 de KPMG apunta a 2040 para que a nivel mundial se tenga un parque vehicular del 78% entre autos eléctricos e híbridos, lo que por ende traería consigo una movilidad sostenible; sin embargo, hay que resaltar que, a 20 años de distancia, de acuerdo con la Fumec, en 2020 solo se incrementaron en 4% las ventas de este tipo de vehículos en el país”.
Con la idea de que la industria automotriz enfocada en vehículos eléctricos es el futuro, el experto mexicano está convencido que no solo será artífice de la transformación de la movilidad sino también de la reconfiguración del entorno urbano, y la interconectividad digital, pero está consciente que se requiere primero de un balance entre la producción y direccionamiento de este tipo de autos en el mercado nacional.
“Hablar de una aceleración en la adopción de autos eléctricos en el país involucra varios factores, y entre ellos el relacionado a las exportaciones hacia Estados Unidos, a donde se va el 80% de la producción. Se está cubriendo ese mercado y otros, mientras se descuida el nacional y la demanda existente, lo cual hace que se retrase el desarrollo de infraestructura (estaciones de carga) porque aún no se considera prioritaria, y a su vez, también se ven alterados los costos de los vehículos”, precisó.
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