No hay vacuna contra el fanatismo

7 de Mayo de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

No hay vacuna contra el fanatismo

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El pasado martes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador contestó a pregunta expresa sobre qué se haría con aquellas personas que no quisieran vacunarse contra el COVID19 por motivos religiosos o de otra índole. AMLO ponderó la libertad de cada mexicano, pero olvidó que ese grupo antivacunas son potencialmente un riesgo epidemiológico para los mexicanos, incluso para quienes decidieron insacularse.

Desde diciembre del año pasado, el Ejecutivo había comentado en su conferencia matutina que la inmunización sería voluntaria, ya que “es más importante la libertad” y que según datos del sector salud ese nicho no sobrepasa un 20% del total de la población. Es decir, 25 millones de vacunas que no se aplicarán aproximadamente.

El Artículo 134 de la Ley General de Salud establece que las vacunas contra enfermedades transmisibles como difteria, tosferina, tétanos y otras “que la Secretaría de Salud estime necesarias serán de carácter obligatorio”, a reserva de las condiciones y programas para suministrarlas. Y aunque no menciona algún tipo de sanción para quien evite la vacunación, las personas no insaculadas constituirían un riesgo para la erradicación del COVID-19 en México u otras enfermedades.

Los grupos antivacunas son casi los mismos cuyos Ministros de Culto están en contra del aborto y de lo que llaman “ideología de género”. Están obligando a sus fieles a no dejarse vacunar contra el COVID-19, incluyendo a los niños. En comunidades indígenas de Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Puebla e Hidalgo -donde abunda la falta de preparación de esos líderes y escasea la educación de sus seguidores- es donde se pudieran dar un número extremo de contagios por dos factores: el fanatismo de la gente y la falta de información gubernamental sobre las bondades que representa vacunarse.

Pastores evangélicos podrían sugerir a sus fieles insacularse, sin que esto representara un atentado contra la libertad de culto, sino como una forma de prevención de contagios entre los asistentes, sobre todo en aquellos templos donde el flujo es mayor a 5 mil personas cada domingo.

La Secretaría de Gobernación pudiera incentivar la vacunación, al menos entre los evangélicos, con el siguiente dato: el investigador inglés-francés Edward Anthony Jenner, hijo de un pastor protestante, en 1796 probó en un niño la vacuna contra la viruela de manera exitosa, tras varios ensayos previos. En el 2002 Jenner fue incluido en la lista de los 100 ingleses más importantes del mundo por su aportación a la humanidad y se dice que su trabajo “ha salvado más vidas que el trabajo de cualquier otro hombre”, al ser llamado el “padre de la inmunología”.

Dentro de las Iglesias Evangélicas no existe un Papa, o un líder nacional que les haga ver la negligencia espiritual-sanitaria en la que van a caer, sus decisiones van a ser acatadas como dogma de fe por sus feligreses. El asunto no es exclusivo de una falta de cultura, sino que el dogmatismo eleva los riesgos y la confusión al interior de las religiones.

Nimsi Astivia, ingeniera biomédica del Instituto de Salud del Estado de México, advierte del riesgo que pueden representar aquellas personas que no reciben la vacuna y representan un foco de contagio para otros. “Como mexicanos estamos muy vulnerables al coronavirus, por nuestra alimentación y por todas aquellas comorbilidades como la diabetes, las afecciones cardiacas; reaccionamos de manera distinta a los asiáticos y africanos y eso se refleja en los hospitales. Por nuestra genética se hace indispensable la vacuna cuanto antes, ya que la reproducción del virus es muy rápida”, me dice en entrevista.

Agrega que “por ser parte de la comunidad cristiana tenemos la responsabilidad de cuidarnos, pero también de cuidar a los demás, por eso es necesario que se fomente la vacunación. Es cierto que tenemos fe, pero esa fe se debe transformar en acciones y en responsabilidad moral y social…. Ahí tenemos el ejemplo de Brasil: un país que equivocó la estrategia que ha dado poca importancia a las medidas de prevención y el resultado es que es el país con mayor número de muertes por COVID en el mundo”, finaliza la especialista.

PALABRA DE HONOR: Me cuentan que en breve saldrán más nombres de políticos y artistas mexicanos que tomaron cursos de “superación personal” con Keith Raniere, líder la secta Nxivm. Los videos van a llenar las redes sociales. Seguimos pendientes…

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