María Echeverría, madre de José Eduardo Ravelo, joven de 23 años que presuntamente fue torturado, violado y asesinado por policías municipales de Mérida, protestó a las afueras del Palacio de Gobierno de Yucatán, a donde llevó el cuerpo de su hijo dentro de un ataúd.
Entre lágrimas y desesperada por la falta de atención de las autoridades, la mujer exigió ver al gobernador, el panista Mauricio Vila Dosal, para exigir castigo a los responsables, quienes presuntamente atacaron al joven cuando caminaba por el parque San Juan de la capital yucateca.
“Tras velar el cuerpo de su hijo en una funeraria de Kanasín, municipio de Yucatán, la señora pidió María justicia por la muerte de su hijo, quien acudió a Mérida para buscar oportunidades laborales y, contrario a ello, encontró la muerte a manos de policías municipales que lo detuvieron por parecerles sospechoso”, describió el portal local Noticaribe.
Originaria de Veracruz, al igual que su hijo fallecido, la señora Echeverría dijo tener información que indica que a José Eduardo lo arrestaron, lo golpearon y lo violaron en una patrulla varios policías que vestían pantalones oscuros y camisas entre gris y caqui.
Brutalidad policiaca
Cuando la señora María llegó a Mérida, encontró a su hijo vomitando sangre y se lo llevó directamente al médico. En el hospital Agustín O’Horán lo único que le preguntaron fue que si su hijo era gay, a lo que respondió que no. “Y aunque así fuera, nadie tiene derecho a golpearlo”.
Después acudió a la Fiscalía General de Yucatán para interponer una demanda. Ahí pasó con el médico legista, quien explicó que José Eduardo no se podía mover de las lesiones provocadas por las patadas de los policías; tenía fallas en los riñones y los pulmones colapsados.
A pesar de que fue internado, el joven murió el pasado 3 de agosto. El cuerpo fue examinado por el Servicio Médico Forense hasta el pasado 5 de agosto, cuando le entregaron el ataúd a María.
De acuerdo con el Diario de Yucatán, las autoridades ya tienen en su poder dos vídeos, uno en el que se ve a los uniformados abordar al muchacho en una unidad de la Policía Municipal de Mérida, después de detenerlo por parecerles “sospechoso”.
En el otro video se escuchan gritos que provienen de una de las celdas de la cárcel pública en las instalaciones de la dirección de seguridad que pertenece al ayuntamiento de Mérida.
“El año pasado se supo de al menos tres casos de personas asesinadas por policías, pero sólo en uno de los casos se señaló a presuntos responsables, los cuales permanecen en prisión vinculados a proceso”, informó el medio local.
BG
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