Arabia Saudita fue el último rival de México en la fase de grupos. El equipo nacional debía ganar por diferencia de cuatro goles para catapultarse al segundo lugar de grupo, para no depender de nadie en su pase a los octavos de final. Desde su planteamiento, el Tricolor mostró cambios: Edson Álvarez y Orbelín Pineda acompañarían a Luis Chávez en la media cancha para proponer un juego ofensivo, a diferencia de su encuentro con Argentina, cuando Herrera y Guardado estaban más enfocados en la recuperación y posesión de la pelota.
Desde el primer minuto, los mexicanos se volcaron al ataque en busca de un gol madrugador, aunque los delanteros y mediocampistas no se cansaban de patear al arco y mandar balones al área, ningún balón lograba infiltrarse a la portería de Al Owais. En su juego se podía notar una actitud diferente y olfato goleador que fue inexistente en los últimos dos juegos; para su mala fortuna, el gol no llegaría hasta el primer minuto del segundo tiempo.
Con Argentina arriba en el marcador frente a Polonia, el Tri sólo necesitaba dos goles más para lograr su objetivo. La segunda anotación llegó tan sólo cinco minutos después con un increíble tiro libre de Luis Chávez desde afuera del área. El jugador de Pachuca la colgó en el ángulo donde era imposible de atajar para Al Owais. Aún así, los mexicanos necesitaban un gol más o quedarían descalificados por la acumulación de tarjetas amarillas. Así, la selección siguió intentando con la misma fiereza e inclusive llegaron revulsivos a refrescar el ataque pero el gol nunca llegó.
De esta forma, la selección mexicana terminó su participación en la Copa del Mundo; Polonia y Argentina fueron los clasificados del grupo, por lo que ahora habrá que pensar en el futuro y en los cambios institucionales que se deben hacer de cara a lograr un mejor papel como anfitriones dentro de cuatro años.
1 sólo gol de tiro libre ha anotado México en su historia dentro de las Copas del Mundo: el encajado hoy por Luis Chávez.
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