Por Nahum Torres | @nahjum
La Comisión de Cultura del Arzobispado de México tiene como intención promover valores universales y como primer paso invitó a Yoko Ono a colaborar con el Proyecto Paradiso.
El resultado es una exposición integral con la cual, durante un cuatrimestre, la obra conceptual de la artista japonesa podrá apreciarse no sólo al interior del Museo de Memoria y Tolerancia (MMYT) sino también en las calles de la ciudad de México, en más de 150 parabuses del grupo IMU.
Dicha exhibición extramuros consiste en diferentes piezas tipográficas que serán montadas en anuncios publicitarios a manera de mensajes o “susurros” de instrucción dirigidos a todos los capitalinos.
LEER TAMBIÉN | Invita Yoko Ono a mujeres a resurgir SUEÑA “Yoko se caracteriza por hacer de su discurso artístico un proceso personal. Ella asume una situación y propone caminos para procesarlo y para que una sociedad pueda dar pasos hacia adelante”, afirma Edith Pons, directora del Proyecto Paradiso durante una entrevista telefónica con EJE CENTRAL.
“Al hablar de la Paz, ella (Ono) plantea que si estamos unidos con pequeñas acciones podemos cambiar la realidad. Todo comienza con que tu tengas la idea de hacer algo y lo compartas con los demás. Eso provoca un cambio social”, añade.
La idea es volver a la esencia: “Sabemos que a sociedad será mejor si las personas tenemos motivación por la vida”. Arte contemporáneo con tintes sociales A decir de Pons, el interés de la Comisión de Cultura del Arzobispado de México contempla la interacción social a través de un amplio programa de arte, por lo que las piezas tipográficas buscan llegar a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
“Sabemos que el arte no permea a todas las capas sociales, lo que implica una ausencia de transmisión de la cultura”, asegura Pons y agrega: “para nosotros era importante, desde un principio, que (el arte de) Yoko Ono estuviera en las calles, principalmente porque es un arte que tiene la intención de ser experimentado por las personas, implica la participación de la gente; vincularnos como seres humanos”.
Pons, quien también es artista visual, asegura que “la desmaterialización de la pieza de arte” en el discurso artístico de Yoko Ono es una crítica al mercado. “El arte perdió sentido como una acción con compromiso social que ayude a la humanidad. Se ha vuelto una mercancía”, de tal manera que “ella limpia y se va a la esencia de la pieza que es el concepto. La idea es lo que vale en la obra de Yoko Ono”.
Lo que los capitalinos encontrarán en los espacios publicitarios espectaculares será una pieza de arte visual auténtica con la cual podrán interactuar de manera cotidiana.
Un deseo Las exposiciones de la artista conceptual japonesa, conocida mundialmente por su matrimonio con el músico John Lennon a finales de la década de los 60, y con quien emprendió una protesta en contra de la guerra de Vietnam desde el hotel Hilton en Amsterdam, coincide con la primera visita del Papa Francisco a México.
“Nunca lo relacionamos; sin embargo el discurso es muy compatible con los conceptos de la Paz y la Esperanza. Esperamos unirlos de alguna forma; estamos viendo que cuando menos el Papa intervenga en ‘El árbol de los deseos’”, concluye.