Juan Carlos Rodríguez
El daño patrimonial causado por malos manejos del gasto federal en 2015, tercer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, creció 33% respecto al de 2014, según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
De acuerdo con el análisis de la Cuenta Pública 2015, dado a conocer el pasado 15 de febrero, las mermas en 2015 ascendieron a 64 mil 857 millones de pesos, de los cuales mil 435 ya fueron recuperados y 63 mil 422 están por solventarse.
Dicho monto es superior a 48 mil 731 millones de pesos reportados por la ASF en 2014. Cabe subrayar que en 2015 se realizaron menos auditorías (mil 643) que el año previo (mil 659); sin embargo, las pérdidas fueron mayores.
Una de las dependencias donde se disparó el costo económico de las anomalías contables fue la Secretaría de Energía, que dirige Pedro Joaquín Coldwell, y que es punta de lanza en la instrumentación de la Reforma Energética. En 2014, las insolvencias ascendieron a 37.8 millones de pesos; un año después la cifra se multiplicó por 36, al sumar mil 345 millones.
Una situación similar ocurrió en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que en 2015 fue dirigida por Jesús Murillo Karam (ocho primeros meses) y Rosario Robles (los restantes cuatro). En 2014 no se lograron solventar 186.3 millones de pesos y para 2015 la suma se incrementó a 981.3 millones.
Respecto a las entidades federativas y el uso que dan al gasto federalizado, Guerrero, Estado de México y Puebla son los estados donde se triplicó el costo económico por el mal manejo de los recursos.
En el caso de Guerrero, entidad que durante los primeros diez meses de 2015 fue gobernada por Rogelio Ortega —interino, tras la salida de Ángel Aguirre Rivero— y que cerró el año con Héctor Astudillo, tuvo inconsistencias por tres mil 160 millones de pesos, cifra tres veces superior a mil 096 millones del año previo.
El Estado de México no pudo solventar 787.6 millones en 2014. Al año siguiente la suma alcanzó dos mil 244.2 millones.
Respecto a Puebla, en 2014, cuarto año de gobierno de Rafael Moreno Valle —quien acaba de salir del cargo y aspira a la candidatura presidencial por el PAN— tuvo problemas para solventar 376.7 millones de pesos; al año siguiente el monto se elevó a 782.1 millones.
Veracruz, cuyas arcas fueron desfalcadas por el gobierno de Javier Duarte, en esta ocasión redujo las pérdidas, aunque se mantiene en el primer lugar de la lista de estados con mayores pérdidas. De 8 mil 840 millones sin solventar en 2014, pasó a seis mil 451 millones en 2015.