Iglesia de Pennsylvania marcaba con cruces de oro a presas de abuso

6 de Mayo de 2024

Iglesia de Pennsylvania marcaba con cruces de oro a presas de abuso

Comprehensive Investigation Into Pennsylvania's Catholic Church Reveals Massive Sex Abuse Scandal And Coverups

PITTSBURGH, PA - AUGUST 15: Parishioners worship during a mass to celebrate the Assumption of the Blessed Virgin Mary at St Paul Cathedral, the mother church of the Pittsburgh Diocese on August 15, 2018 in Pittsburgh, Pennsylvania. The Pittsburgh Diocese was rocked by revelations of abuse by priests the day before on August 14, 2018. Jeff Swensen/Getty Images/AFP

/

JEFF SWENSEN/AFP

PITTSBURGH, PA - AUGUST 15: Parishioners worship during a mass to celebrate the Assumption of the Blessed Virgin Mary at St Paul Cathedral, the mother church of the Pittsburgh Diocese on August 15, 2018 in Pittsburgh, Pennsylvania. The Pittsburgh Diocese was rocked by revelations of abuse by priests the day before on August 14, 2018. Jeff Swensen/Getty Images/AFP
Foto: AFP / Jeff Swensen

El obispo de Pittsburgh, David Zubik, rechaza dimitir a pesar de ser acusado de encubrir a curas pederastas por décadas

El sacerdote George Zirwas se encariñó con ‘George’, un monaguillo de la iglesia de Saint Adalbert, en Pittsburgh, una de las ocho parroquias por las que pasó después de ser ordenado en 1979. Le enseñó a conducir y solía llevarlo a excursiones y un día, junto con otros sacerdotes, empezó a abusar de él.

Los abusos de Zirwas con ‘George’ llegaron al punto de llevarlo a una sesión con los curas Francis Pucci, Robert Wolk y Richard Zula, en la que lo subieron a una mesa, lo desnudaron y le tomaron fotografías, procedimiento que repitieron con otros chicos para producir material pornográfico.

Para distinguir a sus presas, el círculo de sacerdotes pederastas utilizaba la señal de la cruz, en este caso de oro, para poder diferenciarlos. El niño con una cruz dorada al cuello era una víctima.

Esta historia forma parte del expediente de mil 356 páginas elaborado por un gran jurado en Pennsylvania sobre setenta años de abusos sexuales cometidos por 300 sacerdotes en la iglesia católica del mencionado estado.

El informe también describe el sistema de encubrimiento llevado a cabo por las autoridades eclesiásticas que incluye a David Zubik, obispo de la arquidiócesis de Pittsburgh, quien aseguró este domingo que no renunciará a su cargo a pesar de estar acusado de no haber reportado acusaciones contra sacerdotes pederastas.

“Hemos seguido cada paso que necesitábamos seguir en nuestra respuesta a las víctimas”, declaró en entrevista para ABC.

Zubik aseguró que desde que se convirtió en obispo de Pittsburgh en 2017 se ha escuchado a las víctimas, retirado a sacerdotes pederastas del ministerio, entregado las denuncias a los fiscales correspondientes e informado a los feligreses.

El extenso trabajo y precisión de la maquinaria de silencio puesta en marcha para encubrir los más de mil abusos cometidos por sacerdotes católicos desde 1940 en Pennsylvania deja dudas al respecto.

El documento escrito por el gran jurado, un cuerpo legal que actúa previo a un juicio para determinar las imputaciones de los acusados, describe un manual de siete instrucciones para ocultar casos de abusos sexuales.

Entre ellas se cuenta la sugerencia de utilizar eufemismos para describir abusos sexuales (“Nunca diga violación, sino contacto inapropiado”); poner a clérigos a realizar las investigaciones al respecto; enviar a los sacerdotes violadores a centros psiquiátricos de la iglesia; nunca mencionar el motivo por el cual un cura fue removido de una parroquia; proporcionar techo y gastos a los sacerdotes “aunque esté violando a niños”; victimizar al agresor sexual; y nunca acudir o decir algo a la policía.

Al respecto, Zubik aseguró que la Iglesia católica ha cambiado su postura y actuar sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

“Hoy la Iglesia de Pittsburgh no es la misma que la Iglesia descrita en el informe del gran jurado”, aseveró.

Durante la entrevista de este domingo, Zubik fue preguntado por las afirmaciones de una de las víctimas, que señaló que la diócesis de Pittsburgh le había ofrecido pagarle los estudios a cambio de su silencio tras una conversación con este obispo.

Zubik dijo que el supuesto agresor había fallecido cuando la víctima alegó haber sufrido abusos, y destacó que desde 2002 su diócesis no hace acuerdos de confidencialidad.

“Necesitábamos ser capaces de afirmar si ese supuesto comportamiento había ocurrido o no y eso fue parte de la discusión que tuvo lugar en ese caso particular”, indicó.

La mayor parte de los casos recogidos en el informe son anteriores al año 2000 y son demasiado antiguos para ser juzgados, además de que muchas de las víctimas y victimarios han muerto.

El informe del gran jurado señala que los líderes de la Iglesia católica en el estado ignoraron los reportes de casos de abusos sexuales contra niños y que “que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo”.

El documento detalla abusos en seis diócesis de Pensylvania: Greensburg, Erie, Scranton, Allentown, Harrisburg y Pittsburgh. (Con información de El País y EFE). DC

Te Recomendamos: