En el otro lado

6 de Mayo de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

En el otro lado

js zolliker

Esta es una carta póstuma. O algo por el estilo. Y seguro, contiene muchos clichés y muchas cosas que he leído, absorbido, y que ahora reproduzco como parte de ese inconsciente silencioso que grita cuando quiere y cuando debe:

Pinche pelón. Pinchísimo —repinchísimo— pelón. Te nos fuiste hace dos días, cuando más te necesitábamos. No sólo tus dos hijos menores de edad (también la mayor, aunque ya casada y que creo, tiene medios para salir adelante), sino también tus amigos cercanos, las redes sociales y el país, justo, igualitario y liberal, tal y como lo imaginamos hace tanto (de tus chavos ni te preocupes, ahí está Vero y los demás, veremos que terminen la escuela y cumplan tus ideales de convertirse en gente buena y de bien).

En este momento quiero poner a Beethoven. No está nadie para saberlo, (aunque tú sí sabías) porque ese genio, me cae bien. Me aterriza. Me calma. Me hace pensar en el pasado y me hace meditar en el futuro. Pero nomás no puedo con esta pinche tecnología de inteligencia artificial que tiene de pendeja, lo que uno mismo (eso decías y me dejas muy mal parado).

¿Que qué recuerdo? ¡Tanto! ¡Éramos el viejo Twitter! ¡Éramos los pioneros! ¡Éramos los “iniciados”! Ja ja ja ja ja ja ja. Espero que donde te encuentres puedas recordarnos a los que aquí seguimos –para que quede constancia: en ese entonces, éramos menos de 100 en México y luego fuimos creciendo, pero de la mano de personas como apisanty, lion05, ricardozamora, warkentin, andreslajous, pizu, aliciaalarcon, jerammm, antoniomarvel, entre otros, tuvimos el grandioso valor de oponernos al régimen (ahora eso suena tan chic) y lograr que los del gobierno, dieran dos pasos para atrás porque nadie debía pisotear —según nosotros— a la sociedad civil y mucho menos, al #InternetNecesario. ¡Joder!

Grandísimo cabrón, ¿te acuerdas? Filmabas con tu cámara y con un iPod de los que ya no existen, pero te tengo en mis videos, ahí, en el parque hundido, ayudando a organizar la primer protesta pacífica, emprendida, informada e informática, (de la que tengo memoria, seguro hubieron otras) de la nueva ciudadanía digital, siempre comprometida en lo virtual y llevándolo todo, a la vida real (y ni qué decir de las twittposadas donde reunían fondos para apoyar a la gente que nuestra gente y estado, olvidaron)

Estoy enojado, cabrón, no te voy a mentir. Te nos fuiste demasiado pronto. Seis carajos días; seis y 50 y #nomames. ¿Sabes lo que tuvimos que hacer para tratar de salvarte la vida? Hasta te mandamos un equipo nuevo con ambulancia para que al final te nos murieras a medio procedimiento… cabrón, cabrón y recabrón. Nunca te dejaste manejar y lo probaste hasta el último minuto. Pelón, (así nos llevábamos y ahora te aguantas), me has hecho pasar los peores momentos de mi vida.

Y sí, mientras la bestia está dormido junto a mí —cuidando mi insomnio con su sueño— recuerdo lo animales que rescataste de la calle. ¡Qué buen tipo eras! ¿Por qué te mueres antes de tiempo?

Hicimos por ti, todo lo posible. En eso no tengo arrepentimiento. Dimos todo lo que era viable. En eso no tengo contrición ninguna, pero cuando tu cuerpo comenzaba a apagarse, te lloré con mi gente más cercana. Y suena el teléfono. Diste tu último aliento. Lo intentaste. Lo peleaste. Y perdiste, tal y como todos perderemos en algún momento. Sólo quiero que cuando me llegue mi pelea final, tenga tanta gente que me quiera, me requiera y me recuerden, como a ti.

Te abrazo, hermano. See you on the other side.

Te Recomendamos: