Showrunners: Los reyes de la tv

6 de Mayo de 2024

Dany Saadia

Showrunners: Los reyes de la tv

Dany ficha

El memorable personaje de Mickey en la no tan memorable serie Ray Donovan contaba en uno de los capítulos por qué se convirtió en un informante de la policía mientras estaba en la cárcel. El motivo era sencillo y supura sabiduría zen por todos lados: Mickey discutía con uno de los internos más gallitos cuando apareció un guardia de la nada y le abrió al pobre infeliz la cabeza con una macana provocando que uno de los ojos saltara de la cara.

Desde ese momento Mickey comprendió: “I knew who held the stick,”.

¿Quién lleva el palo? En el cine, la pregunta es fácil de contestar: lo lleva el Director. Al menos en el set, o fíjense a quién se dirigen todos a hacer preguntas sin excepción.

No importa lo novel que sea, ni lo decrépito que esté (recuerden a Manuel Oliveira rodando con 100 años), ni lo gordo (recuerden a Hitchcock haciendo llorar a todas esas espectaculares rubias de sus películas). En el cine el Director es el Puto Amo con mayúscula.

Imagínense esta imagen: Un mexicano apodado “El negro” y apellidado G. Iñarritu le dice a un güero famoso, poderoso y millonario que se meta en el agua helada con una piel de oso empapada y se pase 3 horas a 10 grados bajo cero. Y el güero…obedece, sumiso como un cordero. Siempre que haya una cámara adelante, y que el mexicano tenga escrito “Director” tras su silla de tijera.

Lo dicho. En el cine es fácil saber quién lleva el palo. ¿Pero qué sucede en la televisión?

Vamos a empezar con una retahíla de obviedades necesarias para ubicarnos:

- Vivimos la edad de Oro de la televisión

- Las series actuales están llegando a ser creaciones a la altura de grandes y míticas películas

- Nos encontramos con personajes con un desarrollo y evolución nunca visto en la historia de la ficción, próximos a los grandes personajes de la literatura universal. (Breaking bad, The Wire, The Sopranos, Mad Men, Game of Thrones)

En ficción televisiva ¿quién lleva el palo?

¿El director? No, ni mucho menos. El palo lo lleva el guionista. Sí, el guionista, ese personaje de interiores al que en cine ni se le conoce, ni se le reconoce, ni se le deja entrar en el set. Son mucho más y por eso disfrutan de un título especial que ayuda a diferenciarlos del resto de mortales: ellos son los Showrunners.

Muchas veces no es fácil diferenciar en los créditos al Showrunner. El protocolo americano los nombra como Executive Producers y eso dificulta su identificación. Si la serie es de gran éxito no hay confusión posible, el Showrunner se convierte en una verdadera estrella de Rock con audiencia propia y bula papal para hacer lo que le salga de sus mismísimas partes.

Un Showrunner se gana con el sudor de la frente el derecho a llevar el palo. Ejemplo: David Simon, creador de The Wire. ¿Qué me dirían si les digo que se limitó a escribir dos hojas que HBO aprobó porque sí? (los ví, fueron literalmente dos hojas). Ni mucho menos. Ese hombre se peló literalmente el culo durante 20 años escribiendo para el Baltimore Sun cubriendo la sección policial, haciendo contactos en la policía y en los bajos fondos criminales.

Como decía Woody Allen, me ha llevado 30 años tener un éxito de la noche a la mañana.

Volvamos al palo. La historia y los personajes sólo están en la cabeza del Showrunner y de su equipo, de ahí que lo razonable sea que tengan poder en el set para dar dirección a todos los departamentos, incluido el de dirección. Tienen poder para reescribir una escena en el mismo set, para dirigir a los actores (y para elegirlos). La serie es SUYA. El director de un capítulo de una serie –digamos- de 23 capítulos que va en su sexta temporada es sólo un minion más que se someterá temeroso al todopoderoso palo del Showrunner.

Pero ser Dios no es fácil. Jornadas de 15 horas diarias, disponibilidad absoluta y un skill set difícil de alcanzar. Hay que ser capaz de ser diplomático, asertivo, lidiar con el poder, solucionar problemas, ser un paradigma para el equipo, ser un mentor, saber equivocarse, saber delegar, ser educado y sobre todo… entregar guiones de calidad, a tiempo.

Como dicen los franceses Noblesse oblige”, lo que quiere decir:

1. Quien se clame a sí mismo como noble, debe conducirse como un noble.

2. Se debe actuar de una manera acorde a la posición de uno, y acorde a la reputación que uno se ha ganado.

Y cada showrunner se lo ha ganado con sudor y talento. Me quito el sombrero.

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