Abortan reapertura; CDMX sigue en rojo

6 de Mayo de 2024

Abortan reapertura; CDMX sigue en rojo

Promo_Dossier_82_6

El indicador de ocupación hospitalaria, el de mayor relevancia
en el nuevo sistema de vigilancia, registrará un nivel de riesgo alto

La Ciudad de México permanecerá en semáforo rojo hasta el 28 de junio, lo que retrasará la transición a naranja anunciada la semana pasada por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum. Esta calificación se obtuvo debido a que el indicador de ocupación hospitalaria, el de mayor ponderación en el nuevo sistema de vigilancia epidemiológica, registrará un nivel de riesgo alto, con 65% de saturación en promedio durante las dos últimas semanas.

El índice de positividad a Covid-19, que es el número de pacientes confirmados por el nuevo coronavirus entre los enfermos de infecciones respiratorias agudas graves, se encuentra todavía en nivel de riesgo máximo, ya que el 47% de las personas estudiadas en los últimos 14 días han enfermado a causa del virus SARS-CoV-2.

Los otros dos indicadores, que reflejan las tendencias de la pandemia bajaron a color amarillo, luego de que el número de enfermos activos en la capital tuviera una reducción del 48.1% hasta el 17 de junio, lo que significa, 5,916 casos menos que los registrados entre el 21 de mayo y el 3 de junio.

La transición a color naranja en la Ciudad de México prevista por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, tendrá que esperar al menos una semana más, ya que el semáforo epidemiológico de la capital se mantiene en máximo nivel de riesgo, hasta el 28 de junio. El calendario de reapertura que se dio a conocer la semana pasada ha quedado sin validez, toda vez que las condiciones de la pandemia no permiten su implementación.

El retraso en la transición a color naranja en el semáforo de riesgo de la capital, contradice las proyecciones hechas tanto por el gobierno de la Ciudad de México, como por las autoridades de salud federal. Durante la semana, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dio a conocer las curvas epidemiológicas de todas las entidades del país y mencionó que la Zona Metropolitana del Valle de México había excedido la proyección.

La estimación presentada por López-Gatell marcaba el 8 de mayo como el acmé de contagios en la zona del Valle de México; sin embargo, esto no sucedió y hubo un desplazo de tres semanas entre esta fecha y el 1 de junio, que es hasta el momento, el día que se registra la mayor cantidad de casos positivos por inicio de síntomas en esta región.

Cambio de planes

En cuanto al anuncio de la transición a color naranja, las proyecciones del gobierno de la Ciudad México indicaron que el 22 de junio la capital podría iniciar con un nivel de riesgo más bajo, e incluso se calendarizó la reapertura de miles de comercios, incluidos tianguis y mercados.

Sin embargo, esto no podrá suceder debido a que la tendencia de contagios y hospitalizados no ha bajado lo suficiente; así como los indicadores de hospitalización y positividad se mantienen en calificaciones de riesgo máximo y alto respectivamente.

Al finalizar la Jornada Nacional de Sana Distancia, el 30 de mayo, las autoridades sanitarias diseñaron un semáforo epidemiológico nacional que a partir de cuatro indicadores, mostraría a los estados la ruta para el retorno a la nueva normalidad.

El instrumento compuesto por la tendencia de ocurrencia de casos, tendencia de hospitalizaciones, porcentaje de ocupación hospitalaria y detección de nuevos casos, en los que se obtendría un color que marcaría su nivel de riesgo durante los 14 días previos, conforman el semáforo que lo establece.

De inicio, se consideró el principio de “máximo riesgo”, según el cual, si un indicador aparecía en rojo, era motivo suficiente para mantener el semáforo en ese color; sin embargo, rumbo a la tercera semana de la nueva normalidad, el criterio metodológico cambió, y de común acuerdo con los gobernadores, cada índice tendría una calificación ponderada dentro del sistema.

Esta modificación otorgó mayor peso al porcentaje de ocupación hospitalaria al concederle cinco puntos de los 10 posibles. Por otro lado, las dos tendencias aportan dos puntos cada una, y la detección de nuevos casos tiene un peso de 1 punto. Con este cambio, se elimina el principio de máximo riesgo y el color del semáforo se obtiene a través de la suma de estos criterios.

La nueva metodología impide conocer con total certeza el nivel de riesgo de cada entidad, ya que tanto las tendencias, como la integración del mismo no se han hecho públicas y confieren cierto rango de error como se pudo observar en los modelos predictivos de las curvas epidémicas presentadas con anterioridad.

Te Recomendamos: