Tras el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, y el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, el gobierno de Chihuahua escondió los cuerpos y condicionó su entrega, reveló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Actuamos, fue la Guardia Nacional, fueron elementos de la Defensa, se inició la búsqueda y nos mandaron a decir de que si salía el Ejército, iban a entregar los cuerpos y dijimos: ‘no’. Ya se había buscado y no estaban los cuerpos y de repente ya estaban los cuerpos por donde ya se había buscado, por lo que cambiaron de parecer. La propuesta era: ‘entregamos los cuerpos y ya váyanse’, pero dijimos ‘no’”.
Al cuestionarlo de quién había mandado ese mensaje, el presidente López Obrador aseguró: “del gobierno de Chihuahua, del gobierno de Chihuahua”.
Nueve meses después del triple homicidio, y luego de revelar que el autor material, José Noriel Portillo, “El Chueco”, fue hallado muerto en Sinaloa, el mandatario reveló detalles del caso que no se conocían.
En su mañanera, el Presidente de México acusó directamente al gobierno de Chihuahua, encabezado por la panista Maru Campos, de haber escondido los cuerpos de los tres asesinados, en protección del presunto líder criminal.
Como condición para que los regresaran, señaló, pedían que saliera el Ejército y la Guardia Nacional, que ya resguardaban la sierra Tarahumara y a la población que denunciaba la inseguridad y las amenazas del líder de la célula de “Gente Nueva”, brazo armado del Cártel de Sinaloa.
El presidente López Obrador ya había señalado la impunidad con la que se manejaba el delincuente, por el hecho de apadrinar un equipo de beisbol, de ser muy conocido en la zona, y permanecer nueve meses prófugo desde el homicidio, pero hoy su acusación fue directa.
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Cuerpo hallado en Sinaloa sí pertenecía a «El Chueco»: Análisis