Los alimentos con una gran cantidad de procesos no sólo tienen efectos negativos en la salud humana, también generan un impacto importante en el medio ambiente y en las dietas tradicionales.
Una investigación de la Universidad
de Deakin señala que “el surgimiento de alimentos ultraprocesados convenientes y baratos ha reemplazado a una amplia variedad de otros nutrientes, lo que ha reducido tanto la calidad de las dietas, como la diversidad alimentaria”.
Este estudio también revela que estos alimentos ultraprocesados son un componente principal en las dietas de los países más ricos, aunque su venta se ha incrementado en las economías en desarrollo, lo que genera mayor impacto en la salud de poblaciones vulnerables.
Los autores también señalan que este tipo de alimentos dependen del cultivo de una muy pequeña cantidad de especies, como sucede con la agricultura tradicional, con un gran impacto en el cambio climático debido a la generación de gases invernaderos y al gasto de otros recursos naturales como agua o suelo fértil.
Además, la producción de algunos ingredientes clave de los alimentos ultra procesados, como el cacao, el azúcar o el aceite de palma ha sido asociada a prácticas predadoras que acaban con el hábitat de algunas especies y la biodiversidad mundial.
Los autores señalan que los recursos que se utilizan para producir estos alimentos superprocesados podrían utilizarse para elaborar productos más nutritivos, sustentables y con mayor valor dentro de la cadena de seguridad alimentaria.