Apenas seis semanas después de la derrota de la primera parte del llamado “Plan B” en materia electoral, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la segunda parte que será discutida este jueves, correría con la misma suerte y el mandatario ya está resignado.
El lunes pasado, el ministro Javier Laynez Potisek propuso al pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidar la totalidad de la segunda parte de cambios a leyes electorales debido a múltiples violaciones al proceso legislativo, el mismo argumento utilizado por el ministro Alberto Pérez Dayán en la invalidez de la primera parte del “Plan B”.
Pero el presidente López Obrador se dijo resignado de que su propuesta de reformas a las leyes electorales corra con la misma suerte de la primera parte, es decir, que sean invalidadas.
“No me sorprende, ahora sí que eso no es nota, los ministros están alineados, o sea, la mayoría, al bloque conservador, todo el Poder Judicial es un poder al servicio de una minoría, no están al servicio del pueblo, no se imparte justicia tomando como actor principal al pueblo, es un poder al servicio de una élite política y económica”, resaltó.
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Entre las violaciones que el ministro Laynez percibe están que no se justificó el trámite “con carácter de urgente” que se dio a la iniciativa, no se distribuyó a tiempo la propuesta, por lo que los legisladores no pudieron estudiarla antes de su votación, además de que la versión publicada en la Gaceta Parlamentaria no corresponde con la que se discutió.
Sin embargo, el presidente López Obrador resaltó que la principal razón para invalidar esta segunda parte es para dejar sin efectos los cambios en el artículo 127 de la Constitución, que mandata que ningún servidor público debe ganar más que el Presidente de la República, y “ellos son los primeros que violan las leyes con sus salarios y fideicomisos”.
“Los ministros son los primeros que violan la Constitución, el artículo 127, porque ganan tres y hasta cuatro veces más que el Presidente, y tienen un fideicomiso de 20 mil millones de pesos para financiarse todos sus excesos”, acusó el mandatario.
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