Para el diputado federal panista, Jorge Triana, “es un absurdo, un disparate” la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la Guardia Nacional se adhiera a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues perdería su carácter civil y se militarizaría.
Ayer, buscando calar a la oposición, el Presidente amagó con un decreto. Hoy, tuvo lo que quería, y se fue a la segura. El presidente Andrés Manuel López Obrador buscará que la Sedena tome el control de la Guardia Nacional mediante una iniciativa de ley para reformar la Constitución.
Esta iniciativa no alcanzará la mayoría absoluta por la moratoria de la oposición, aunque, con los legisladores de su partido y sus aliados, PVEM y PT, el Presidente lograría una mayoría simple y con eso podría modificar las leyes secundarias.
Posteriormente, aseguró, “los conservadores” van a impugnar ante la Corte y buscarán que sea declarada inconstitucional, entonces la decisión recaerá en manos de la Corte, del Poder Judicial, la resolución. Justamente como fue con la reforma eléctrica que fue avalada por la SCJN, lo que al parecer le da seguridad que esta también sea aprobada.
“Le apuesta a presionar a los ministros de la (Suprema) Corte (de Justicia de la Nación), a los cuatro que él ha designado para que fallen a su favor, cuando fallen ya habrán pasado seis meses o un año, por lo menos, desde que los recursos llegaron a la Corte”, criticó Triana.
Para el vicecoordinador de la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados, esta vía le permitirá a López Obrador enviar una iniciativa de presupuesto de egresos con asignaciones a la Sedena, incluyendo a la Guardia Nacional, “y se habrá salido con la suya, al menos, momentáneamente”, previó.
La única alternativa del Presidente es una reforma Constitucional, pues realizar cambios a la Ley de la Guardia Nacional no tiene el alcance para transferirla a la Sedena.