Luego de 13 años de la tortura y demás abusos que padeció la periodista Lydia Cacho Ribeiro, cuando en 2005 fue detenida y trasladada de la ciudad de Cancún a Puebla, se dio a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) cuenta ya con las órdenes de aprehensión para localizar y detener al exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, a su entonces director de la Policía Judicial, Hugo Adolfo Karam Beltrán, así como al empresario Kamel Nacif Borge, señalados como presuntos implicados en el caso.
De acuerdo con la resolución de la magistrada María Elena Suárez Préstamo, titular de la Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Distrito con sede en Cancún, Quintana Roo, además de las órdenes de aprehensión liberadas en contra dichos imputados, también se ordenó la captura del excomandante al servicio de Adolfo Karam, Juan Sánchez Moreno, entonces director de Mandamientos Judiciales. En todas las órdenes, a los implicados se les señala por su presunta responsabilidad en los delitos de abuso de autoridad y tortura, ocurridos el 16 diciembre de 2005 en contra de la escritora y activista.
La información fue revelada por el periodista Mario Alberto Mejía, quien a través de su columna titulada: “La Quinta Columna Exprés. Dos prófugos en apuros: Mario Marín y Adolfo Karam”, dio a conocer los documentos del resolutivo en el que se advierte que desde noviembre del año pasado el juez del segundo distrito con sede en Cancún había negado el otorgamiento de estas cuatro órdenes de aprehensión, las cuales finalmente fueron liberadas el pasado 11 de abril luego de la apelación al resolutivo.
Este periódico busco corroborar dicha información con fuentes de la FGR, sin embargo, los funcionarios consultados refirieron, sin negar la confirmación de dichas órdenes, que por el momento “no contaban con información al respecto”.
Mientras que en su cuenta de Twitter, Cacho Ribeiro dio retuit a una publicación en la que se relata cómo fue la participación del exmandatario poblano y el empresario textil apodado “El rey de la mezclilla” hasta el momento en que se dan a conocer las órdenes de aprehensión, y la periodista refiere: “el mejor resumen, corto, claro y realista que he leído en mucho tiempo”.
El domingo pasado, la periodista compartió a través de la misma red social una imagen de la reedición de su libro Memorias de una infamia en el que acompañó con el siguiente mensaje: “Sí, son 14 años de persecución, de abogadas y abogados, de pelear con el Sistema corrupto. De salir corriendo del país ante amenazas, de jueces y fiscales corruptos. El logro judicial es mío, de mi familia y abogad@s, de ustedes. Gracias. #AquíNadieSeRinde”.
Tras darse a conocer la información, este martes, Ramón Fernández Solana, coordinador de la campaña de Alberto Jiménez Merino, candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, acusó que la presunta orden en contra de Mario Marín se deriva de “la persecución política con fines electorales”, en contra de la campaña Jiménez Merino, lo cual dijo que de confirmarse si dicha orden es verdadera sería algo muy grave que la justicia utilice el caso de Lydia Cacho como “garrote político”.
El 7 de diciembre de 2018, la extinta Procuraduría General de la República (PGR) confirmó el auto de formal prisión en contra de Alejandro Rocha Laureano, uno de los presuntos torturadores de Lydia Cacho, quien tres días antes de esa fecha habría sido detenido como policía en activo de la Fiscalía de Puebla; con su detención sumaron tres de los 17 uniformados implicados en la detención y retención de la periodista, quien fue privada de su libertad a los nueve meses de haber publicado su libro “Los Demonios del Edén”, en donde señala a Kamel Nacif Borge de pervertir menores y ser protector del también empresario, Jean Succar Kuri, sentenciado en 2011 por pederastia.