El pasado viernes iniciaron los XXXIII Juegos Olímpicos en París. Es la tercera ocasión que esta ciudad es sede del evento: los primeros los organizó en 1900 y los siguientes en 1924.
Una parte de las miradas estará puesta en las gestas deportivas, especialmente aquellas que se realizan en el río Sena. Otra parte estará en la oferta turística que ofrece esta ciudad. De acuerdo con Euromonitor International, en 2023 París fue la ciudad más visitada del mundo, con 15.5 millones de personas.
Hay muchas maneras de conocer París, y una de ellas es a través de sus museos. La ciudad cuenta con varios de los mejores a nivel internacional, y para todos los gustos. Aquí te contamos de algunos. Ten en cuenta que la mayoría de estos museos está incluida en el París Museum Pass.
Museo de la Arquitectura y el Patrimonio.
Este fantástico museo está casi escondido en el palacio de Chaillot, en la plaza de Trocadero. La galería de arquitectura francesa es una joya por sus elementos didácticos. Presenta una cronología de la evolución de estilos desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, y para ello tiene réplicas de fachadas de catedrales e iglesias de todo el país. Además, conserva una maqueta de la Cité Radieuse del arquitecto icónico Le Corbusier, que es una revolucionaria unidad habitacional de Marsella.
Louvre
Podemos decir sin equivocarnos que es el mejor museo del mundo. Originalmente fue construido como una fortaleza en el siglo XII y convertido en residencia real en 1546. En 1682 Luis XIV decidió mudarse al palacio de Versalles, dejando el edificio para alojar a las Academias de Bellas Artes, Pintura y Escultura.
En agosto de 1793, durante la Revolución Francesa, la Asamblea Nacional decidió abrir el palacio como un museo público. A inicios del siglo XIX, la colección se expandió por las conquistas de Napoleón, como fue el caso de la colección egipcia. Actualmente el Louvre alberga más de 38,000 objetos que abarcan desde la prehistoria hasta el siglo XXI.
Las obra más impresionante que recibe al visitante es la Victoria alada. Esta escultura del siglo II a. C. fue encontrada en la isla griega de Samotracia y es la representación de la diosa Nike (victoria) caminando sobre un bote. Ésta fue descubierta en 1863 por el cónsul francés en la actual ciudad turca de Edirne y llevada al Louvre.
La Gioconda (Mona Lisa), pintada por Leonardo da Vinci a principios del siglo XVI, es la pieza más famosa del museo. Otras obras que debes ver son: la Venus de Milo, creada entre 130 y 100 a.C., que representa a Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza. La escultura fue descubierta en la isla griega de Milo, y es una de las obras más célebres de la antigüedad clásica. También se encuentran las pinturas monumentales La Libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix, terminada en 1830, y La coronación de Napoleón, de Jacques-Louis David en 1807, así como el Código de Hammurabi, que es un impresionante monumento babilónico del siglo XVIII a.C., que está inscrito con 282 leyes.
D’Orsay
Este pequeño museo es una joya que no debes perderte por ningún motivo. Ofrece la colección más grande de pinturas y esculturas del periodo impresionista (1848-1918).
El edificio fue originalmente la estación de tren d’Orsay, construida para la Exposición Universal de 1900. Su diseño era un símbolo del progreso y modernidad de la Belle Époque, pero con el tiempo quedó obsoleto. En 1977 se transformó la estación en un museo, y en 1986 abrió sus puertas al público. La renovación mantuvo su majestuosa fachada y su gran reloj, y se adaptó el interior para convertirlo en espacio de exhibición.
Algunas de las obras maestras que no debes perderte son: Olympia y El desayuno sobre la hierba, de Édouard Manet. La noche estrellada sobre el Ródano, de Vincent van Gogh. El almuerzo de los remeros, de Pierre-Auguste Renoir. La pequeña bailarina de catorce años, de Edgar Degas. Y la pintura monumental El taller del pintor, de Gustave Courbet.
El almuerzo de los remeros, de Pierre-Auguste Renoir
Centro Pompidou
El Centro Pompidou fue inaugurado en 1977 y alberga un centro de investigación musical y acústica, una biblioteca y el museo de arte moderno. La construcción es muy reconocible por sus colores vistosos. El edificio es famoso por su estructura industrialista, y por sus elementos funcionales, como escaleras mecánicas, tuberías y conductos expuestos en el exterior. Algunas de las obras más importantes son: El hombre que camina, de Alberto Giacometti; Los amantes, de René Magritte; El taller rojo, de Henri Matisse; y Blue Monochrome, de Yves Klein.
Le magasin de Ben (La tienda de Ben); 1958 ou 1973. Ben
Museo Cluny
El Museo de la Edad Media es simplemente un lugar increíble. Fue fundado en 1843 en una residencia medieval de los abades de Cluny construida sobre las termas romanas del siglo I. El museo alberga una vasta colección de arte medieval, como esculturas, tapices, manuscritos, joyas y objetos cotidianos. Las obras que no puedes perderte son: los tapices de La Dama y el Unicornio, que son seis preciosos tapices del siglo XV que representan alegorías de las virtudes; la Cabeza de Cristo de la abadía de Saint-Denis; el Tesoro de Guarrazar, que es un conjunto de coronas visigodas del siglo VII, y las termas de Lutecia.
Museo Guimet de Artes Asiáticas
Francia fue una potencia colonial con presencia en el sudeste asiático. Este museo concentra la mejor colección de arte de esa región. El museo se fundó en Lyon en 1889 por Émile Guimet, un industrial francés apasionado por las culturas orientales. A finales del siglo XIX se trasladó a París para llegar a más gente.
Las obras que no te puedes perder son: el Buda de Gandhara, es una impresionante estatua que data del siglo II, y combina arte greco-budista; la colección de Mandalas tibetanos; la colección de cerámica china, y la colección de arte indio.