Educación sigue sin ser tema prioritario para los presidenciables: Mexicanos Primero

En el reciente debate presidencial, aunque la educación no se posicionó como el tema central, fue un eje que los candidatos Jorge Álvarez Máynez, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum supieron conectar con problemas nacionales como el crecimiento económico y la equidad social. Cada uno presentó propuestas para integrar la educación como parte de la solución a diversos desafíos nacionales.

De acuerdo con la organización Mexicanos Primero, el debate tocó temas vitales como el crecimiento económico, el empleo, la inflación, la pobreza, la desigualdad, y el desarrollo sustentable, entre otros. Los candidatos utilizaron estos temas para tejer sus visiones educativas, enfocándose en cómo la educación puede catalizar el progreso en estas áreas.

Jorge Álvarez Máynez propuso una inversión significativa en infraestructura educativa y programas integrales desde la primera infancia hasta la educación superior, con un enfoque en la equidad y el desarrollo integral. Mencionó la necesidad de una “revolución educativa” que ofrezca igualdad de oportunidades y prepare a los jóvenes para un futuro prospero.

Por su parte, Xóchitl Gálvez destacó la urgencia de reincorporar a los más de 1.5 millones de niños que actualmente están fuera del sistema educativo. Propuso la expansión de becas universales y la creación de programas alimentarios y universidades interculturales para fortalecer el tejido social desde la educación.

Claudia Sheinbaum, recordando su gestión en la Ciudad de México, reafirmó su compromiso de extender la beca universal para estudiantes de escuelas públicas a nivel nacional y subrayó la importancia de continuar con programas de infraestructura escolar.

Aunque no se profundizó en los resultados actuales del sistema educativo durante el debate, es evidente que México enfrenta retos significativos. La pandemia exacerbó las brechas de aprendizaje, afectando desproporcionadamente a los estudiantes en situación de pobreza y marginación. El desempeño en pruebas internacionales como PISA revela que una gran proporción de estudiantes solo alcanza niveles básicos en competencias fundamentales, un indicativo de que es crucial una reforma educativa comprensiva.

En vista de estos desafíos, la integración de políticas educativas con estrategias de desarrollo social y económico se presenta como esencial para mejorar la calidad de vida de las familias y garantizar un futuro prometedor para las nuevas generaciones. Así, el debate demostró que, aunque no prioritaria en la agenda, la educación es reconocida por los candidatos como fundamental para el desarrollo nacional.

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NM